Por primera vez, Facebook e Instagram han decidido arrojar un poco de luz sobre las pautas que siguen para recomendar contenido a sus respectivas comunidades de usuarios. Un tema habitualmente controvertido, en gran medida, por la opacidad que rodea al sistema de sugerencias de estas dos redes sociales.
"Hacemos recomendaciones personalizadas a las personas que utilizan nuestros servicios para ayudarles a descubrir nuevas comunidades y contenidos", explican tanto desde Facebook como desde Instagram. La clave es: ¿cómo?
Según Guy Rosen, directivo de Facebook, las sugerencias personalizadas se basan "en el contenido en el que has expresado interés y las acciones que tomas en nuestras aplicaciones". Eso lo explicaba en un artículo publicado y borrado durante las últimas horas del que se había hecho eco Engadget.
Lo que no se recomienda en Facebook e Instagram
Tanto en la página que explica las recomendaciones de Facebook como en la que explica las de Instagram, se explica más bien lo que no se va a sugerir y no tanto los detalles sobre el contenido que sí se difunde entre los usuarios.
En ambas plataformas se evita el contenido que habla sobre hacerse daño a uno mismo, que pueda representar violencia, que pueda ser sexualmente explícito o sugerente como puedan ser "fotos de personas con ropa transparente", que promueva el uso de ciertos productos regulados como los medicamentos o que provenga de una cuenta o entidad "no recomendable" por el tipo de publicaciones que realiza. Contenidos aceptados en Facebook e Instagram, pero que según sus reglas no son susceptibles de ser recomendados.
En el caso de Facebook, las explicaciones sobre los estándares básicos que se usan para las recomendaciones son ligeramente más específicos que en Instagram y se señala que se basan en la estrategia que vienen utilizando desde 2016 para lidiar con el contenido problemático: eliminar, reducir e informar.
El plan implica eliminar el contenido que infringe sus normas de la comunidad, como las interacciones fraudulentas que se produjeron en la página del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España; reducir la difusión de contenido problemático que no infringe directamente sus reglas, como la que tiene que ver con desinformación sobre el coronavirus; e informar a los usuarios con información adicional que les permita juzgar mejor qué clase de contenidos consumen, como las verificaciones de hechos.
Pese a que no se profundiza en el funcionamiento de los algoritmos y su configuración, estas pautas ahora reveladas por primera vez pueden servir de referencia a la hora de juzgar qué hace y no hacen Facebook e Instagram con el contenido que promueven.
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