Si utilizas Facebook, lo más probable es que ya sepas lo que es el "legado de Tibu". Para los que no, aquí va una breve explicación: un usuario graba en vídeo cómo se baña, de la forma más original posible, en agua fría vestido o disfrazado. Durante el clip tiene que nominar a otros tres amigos para que repitan el proceso y, si estos no lo hacen, tendrán que pagar una mariscada. A simple vista parece una tontería, ¿verdad? Pues en las últimas semanas este particular desafío ha pegado fuerte en España (y, para muestra, YouTube).
Si en cambio lo tuyo no son las redes sociales, puede que estés al tanto de esta moda por la repercusión que está teniendo en los medios. La Voz de Galicia hablaba hace unos días como el "legado" estaba estancado con Pablo Motos, que no se anima a aceptar el reto. En Antena 3 se hacen eco de cómo un tipo se mete en un túnel de lavado, mientras que numerosos diarios locales del norte de España, donde más está pegando esta moda que comenzó en Galicia, le dedican día sí y día también algún artículo. Sé lo que estáis pensando: ¿está la raza humana completamente loca?
Si te preguntas a quién ha podido ocurrírsele esta práctica, la respuesta hay que ir a buscarla a Estados Unidos. Allí, y con motivo de ayudar a un niño enfermo, los habitantes de Tarkio (Missouri) propusieron que la gente se bañara en agua fría para colaborar en su tratamiento. Con cada baño se recogerían fondos para ayudar al pequeño. Así poco a poco se fue extendiendo por el mundo aunque perdió su carácter solidario original. En el caso de España, llegó a través de un joven gallego afincado en Suiza (al que apodan "Tibu" y de ahí el nombre), que nominó a dos de sus amigos de nuestro país. Si cada uno que es nominado tiene que nominar a su vez a otros tres, y así sucesivamente... bueno, os podéis imaginar lo rápido que se ha ido propagando este viral.
Una diversión que puede llegar a ser peligrosa
De momento, el "legado" en cuestión no sólo está siendo fuente de diversión (incluso para algunos políticos), sino que también ha traído más de un susto y una desgracia. En Francia, un joven de 19 años fallecía hace unos días al tirarse al agua para cumplir con su "À l'eau ou au resto" (Al agua o al restaurante, misma reto con distinto nombre) mientras que en Asturias se montó un operativo de emergencia, helicóptero incluido, para salvar a un joven que se iba a tirar desde un puente. Las autoridades pensaron al principio que se trataba de un posible suicidio pero en cuanto llegaron al lugar, vieron que se trataba de un "Tibu" más aunque el chico escapó en coche.
Aunque como vemos puede tener consecuencias fatales por irresponsabilidad, el "legado del Tibu" no deja de ser un juego más siempre que se haga con cabeza y precaución. El Faro de Vigo entrevistaba este fin de semana a uno de los responsables de Protección Civil de la zona, que advertía de lo peligroso que puede ser tirarse al agua con mucha ropa (que pueden dificultar nadar), sumergirse en zonas profundas de difícil acceso, golpearse al lanzarse al agua o cortes de digestión.
Harlem Shake: otro viral, otra tontería
Al escuchar hablar del "legado de Tibu" no pude evitar acordarme del Harlem Shake. En el caso de que hayáis estado viviendo en una cueva sin Internet (no se me puede ocurrir otra forma de que haya alguien que se haya podido librar de este meme), se trataba de un breve clip con la música "Harlem Shake" de fondo y dividido en dos partes. En el primer tramo del vídeo, sólo una persona baila y el resto están quietas sin hacerle caso. En la segunda parte, tras cambiar el ritmo de la música, todo el mundo baila sin descanso.
Una tontería, sí, pero las cifras asustan: tan sólo 40 días después de que se publicase la primera versión de este viral, el vídeo alcanzaba las 1.000 visualizaciones. Una rápida búsqueda en Youtube demuestra la cantidad de popularidad que llegó a alcanzar este fenómeno. Curiosamente, y aunque la canción era de 2012, después de que el viral se hiciera popular, el single llegó al número uno de los más vendidos en iTunes en Estados Unidos, repitiendo un éxito similar en países de medio mundo.
Reconozcámoslo: nos gusta hacer el tonto
¿Por qué actividades como el Harlem Shake o el "legado de Tibu" tienen tanto éxito? En Phillyburbs hacían una reflexión interesante a propósito del primero:
Quizás tenemos el deseo innato o psicológico de ver a la gente bailar break-dance disfrazados o de disfrutar de ver a la gente hacer planking en los lugares más insospechados. O, quizás, todo lo que queremos es reírnos durante los 30 segundos que dura el vídeo.
Con el "legado de Tibu" ocurre algo similar y, sin ser una psicóloga o experta en entender a la mente humana, se me ocurren más factores por los que se está replicando tanto: tus amigos lo hacen, quieres un minutillo de fama... y, por qué no, quieres divertirte un rato. Si te vistieras y te fueras a dar un baño en público y disfrazado, la gente te miraría mal. Con el Tibu ya tienes la excusa perfecta. Es algo similar a lo que ocurría en Oviedo cuando Fernando Alonso ganaba sus primeras carreras en la Fórmula 1: la gente iba a bañarse en la Plaza de América. ¿Para celebrar? Es posible. Pero también porque era algo distinto a lo habitual, original y que, de hacerlo en otra ocasión, les dejaría en ridículo e incluso podría provocar una visita de las autoridades.
¿Me he atrevido con el "legado del Tibu"? Pues no, ni está en mis planes hacerlo. Pero desde luego entiendo a aquellos que quieren salirse de la monotonía del día a día con ello y, a fin de cuentas, es una práctica que no hace daño a nadie. Eso sí, con precaución y con cabeza, dos cosas que no deben faltar por mucho viral que sea.
Imagen | Vídeo de Youtube
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