Que herramientas con inteligencia artificial como ChatGPT pueden hacerte la vida más fácil es una realidad, pero también hay que saber sacarles partido. En cualquier caso, lo uses como asistente de escritura, para echarte una mano con el código o con los idiomas, has de saber que tiene limitaciones. Aclarado este punto, si buscas los mejores resultados con ChatGPT y un uso ético, mejor evitar estos errores comunes con herramientas generativas de inteligencia artificial.
Entiende cómo funcionan (y sus limitaciones)
No hace falta ser especialista en IA para usarla, pero sí que es altamente recomendable tener un conocimiento básico de su trabajo para ser consciente de sus limitaciones y que estas jueguen en tu favor para unos mejores resultados.
ChatGPT, Google Bard o Jasper (entre otros) presentan ciertas diferencias, pero bajo todos ellos subyace un motor con puntos en común en su funcionamiento. ¿Cómo funciona ChatGPT exactamente?
ChatGPT es un modelo de lenguaje grande entrenado con cantidades masivas de datos procedentes de internet y otras fuentes. Así, el chatbot confía en su entrenamiento para generar respuestas que parecen humanas. En cualquier caso, todos ellos tienen una fecha límite de capacitación, lo que significa que no disponen de conocimiento posterior a esa fecha. En el caso de ChatGPT, su base de datos está limitada hasta 2021. O lo que es lo mismo: mucho ojo si en lo que estás trabajando necesitas datos posteriores.
Verifica y edita siempre sus respuestas
El siguiente gran error usando modelos de lenguaje con AI es dar sus respuestas por buenas y no editarlas. No solo me refiero a corregir errores ortográficos o gramaticales, sino también verificar que la información generada está bien mediante comparación con otras fuentes confiables.
De nuevo, ten en cuenta que algunas de estas herramientas no tienen acceso a información actual, por lo que aunque suenen reales y certeros, las respuestas que ofrecen no siempre son precisas. Por otro lado, considera que entre esos datos masivos empleados para su entrenamiento seguramente haya información sesgada que por tanto induzca a una respuesta sesgada. En resumen, revisa y edita el contenido generado por IA antes de usarlo.
Confiar demasiado en sus habilidades para la escritura
Aunque con ChatGPT y similares puedes escribir artículos completos o trabajos desde cero, confiar en lo bien que redactan es un gran error. Ya hemos visto en el punto anterior que la precisión no está garantizada, ni exenta de errores y que además probablemente esté sesgada.
El problema es que las herramientas de inteligencia artificial aplicada a la escritura brillan por su capacidad de generar contenido insulso y genérico que carece de profundidad y creatividad. Es decir, que la cantidad prima sobre la calidad.
No es que no sea buena idea recurrir a ellas, pero más que para llevar el peso de la escritura, para sacar lo mejor de ti: echándote una mano con titulares impactantes, proporcionándote ideas o corrigiendo tus errores de redacción.
No usar buenos prompts
La calidad de las respuestas de ChatGPT se ve condicionada principalmente por lo bien (o lo mal) que introducimos las órdenes. Por lo que saber cómo pedirle tareas a la inteligencia artificial es esencial para lograr los mejores resultados.
Así, es buena idea asegurarse de que tus indicaciones sean claras, con buena gramática, con suficiente información y contexto. Recuerda que un truco de lo más efectivo es usar un rol para lograr respuestas específicas y relevantes.
No hay mejor forma de aprender a elaborar buenos prompts que echarle horas y práctica: primero una orden, luego ir ajustando...y quién sabe, igual terminas convirtiéndote en prompt engineer.
Cuidado con la información que le das
Una de las mayores (y frecuentes ya) polémicas con ChatGPT es la cantidad de datos personales que gestiona. Y es que hay que tener en cuenta que no solo almacena información relativa a la cuenta como tu nombre o datos de pago (que por cierto, sufrieron una brecha de seguridad), sino también lo que le dices en tus conversaciones.
La gestión de datos masivos de ChatGPT y su política de privacidad inicial fueron los causantes de su prohibición en Italia y que otros países europeos miraran con lupa la evolución del caso. Posteriormente, OpenAI tomó medidas implementando la posibilidad de no almacenar los chats para el entrenamiento.
Es decir, que salvo que indiques lo contrario, trata con todo lo que escribes en el cajetín de texto o subes en la carga de archivos, lo que podría terminar en las manos equivocadas. Así, Samsung por ejemplo ha optado por prohibir ChatGPT en sus fábricas por la filtración de datos confidenciales. En resumen y aunque lo detalla en sus condiciones de uso: no compartas información confidencial.
Uso poco ético
Como cualquier otro software, los generadores de contenido mediante IA pueden usarse para fines buenos y otros que no lo son tanto. Por ejemplo, hay estudiantes que están empleando ChatGPT para hacer trampas en sus trabajos y hay quien se vale de este modelo de generación de lenguaje para crear malware o directamente, correos electrónicos de phising.
En este sentido y adelantándonos a la legislación que está preparando la UE, es una buena práctica avisar a tus clientes o a quien te lee del uso de contenido generado por inteligencia artificial, especialmente si en tu día a día tratas con temas delicados como la política o la salud.
Si en cualquier caso optas por usar ChatGPT para hacer el mal, ten en cuenta que esto incumpliría sus términos de uso, lo que podría resultar en que te suspendan la cuenta o el acceso a la herramienta.
Hacer oídos sordos a la Inteligencia Artificial
Hasta ahora hemos repasado seis errores propios de quien usa la inteligencia artificial en mayor o menor medida, pero también hay otra posibilidad: que hayas optado por la estrategia del avestruz y hagas caso omiso a sus avances. No es una buena idea.
La inteligencia artificial ha llegado para quedarse y ya está transformando el mercado laboral. No sabemos si en el futuro las IAs nos "quitarán" el trabajo, lo que está claro es que hay que adaptarse porque saber usar herramientas como ChatGPT no solo pueden ahorrarte mucho tiempo en tu actividad profesional, sino que pueden marcar una diferencia competitiva crucial frente a otras candidaturas, independientemente de otras habilidades.
Aunque hay talentos que la IA no puede alcanzar, quienes antes aprendan a manejarse con estos modelos, mejor.
Portada | Foto de Matheus Bertelli
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