Tras años esperando que Spotify se decidiera a entrar en el mundo del audio en alta definición, la empresa finalmente ha anunciado el lanzamiento inminente de Spotify HiFi para el 2021: música con calidad CD "sin pérdida". Si bien todavía no sabemos exactamente la calidad del bitrate, ni tampoco los precios, probablemente esté alrededor de los 1.411 kbps a 44.1 kHz y 16 bits de un CD.
Spotify es de lejos el primero en ofrecer esto, de hecho podríamos hasta decir que es casi el último. Servicios como Deezer, Tidal, Amazon Music y Qobuz ya ofrecen música en alta fidelidad, llegando incluso al llamado bitrate Ultra HD de 24 bits de profundidad a 192 kHz. Sin embargo, para muchos usuarios como esta servidora, que hemos probado la mayoría de las demás ofertas, es la de Spotify la que luce más atractiva y la que me hará pagar definitivamente por música HD.
¿Por qué Spotify HiFi y no Tidal u otro?
Entre 2019 y 2020 estuve usando Tidal de forma bastante constante, de hecho, cortesía de la empresa para su análisis se nos cedió una suscripción de un año para probar la música en alta fidelidad del servicio, y la aproveché durante todo ese tiempo para intentar darle el mayor beneficio de la duda posible. La realidad es que durante el año que usé Tidal, nunca dejé de usar Spotify ni de pagar por su plan premium.
Las razones son varias, pero tienen que ver principalmente con la calidad de la experiencia en general más allá de la calidad del sonido como tal. Primero, llevo más de 10 años usando Spotify, y como muchos early adopters de la música en streaming no estoy sola, Spotify fue el primero en todo en ese aspecto. Son demasiados años de coleccionar canciones, playlists, discos, artistas, y años entrenando a un algoritmo, que al menos más de la mitad del tiempo me recomienda cosas que me gustan.
Por mucho que lograra exportar mis listas de reproducción a otro servicio, no puedo exportar absolutamente todo, no los artistas que sigo, o la colección de álbumes almacenados exactamente igual. Lo otro es que a nivel de opciones de aplicación, Spotify es, en mi opinión, bastante mejor que la competencia.
La forma en que puedes organizar tu música, compartirla, descubrir cosas nuevas, escuchar a través de cualquier dispositivo en casa de forma completamente indolora, etc. Es de lo más completo que hay, aunque su buscador de un poco de pena.
Cambiar de Spotify a otra plataforma implica empezar básicamente de cero, y para alguien que es muy celoso de su música, es demasiado pedir por una suscripción más cara, aunque duela que se escuche mejor en ciertas circunstancias, que es el otro punto importante aquí.
Tidal es un buen servicio, y cuando escuchas la calidad del sonido en Master, se nota la diferencia entre eso y la alta calidad de Spotify que en estos momentos es solo de 320 kbps, el máximo del bitrate posible para un MP3.
Un servicio que me pareció superior a Tidal y que probé durante un mes es Qobuz. Esta plataforma es más pequeña y menos conocida, pero ofrece también calidad FLAC de 24 bits hasta 194 kHz o "Hi-Res".
Aunque igual que pasa con Tidal donde la mayoría de la música está en el llamado "HiFi", es decir, calidad CD de 16 bits a 44.1 kHz, también hay un buen puñado en la llamada calidad "Hi-Res." En el caso de Tidal, la calidad superior es llamada "Master" (generalmente de 96 kHz / 24 bits).
En mi tiempo escuchando música en Qobuz noté bastante que incluso la calidad CD de este, se suele escuchar mejor que la Master de Tidal. Pero cómo y cuándo se nota esa diferencia depende de un par de cosas específicas y que cuestan dinero extra.
Disfrutar de música en alta definición no es tan simple como pagar una suscripción
Primero, a la hora de pagar por un servicio de este tipo es importante que tengas en cuenta el equipo en el que lo vas a disfrutar. Y no solo se trata de tener un par de auriculares de buena calidad, se trata del componente que va a traducir esa señal de audio digital que viene de Spotify o Tidal o de cualquier lugar, en sonido que tus oídos puedan escuchar a través de unos parlantes o unos cascos, es decir, una señal analógica.
Ese componente se llama DAC o "Digital Audio Converter". Tu ordenador, tu móvil, tus parlantes, o casi cualquier cosa que pueda emitir una señal de sonido ya viene con un DAC incluido, pero usualmente ese DAC es uno barato y que hace lo mínimo.
Va a ser básicamente imposible que el DAC de tu Macbook por ejemplo, pueda traducir a sus parlantes una canción de 24 bits a 192 kHz. Jamás la vas a escuchar en esa calidad por más que Tidal te la mande de esa calidad. Pagar por un servicio de música HiFi sin tener por lo menos un DAC externo capaz de convertir esas señales correctamente a tu equipo de sonido, es un total y absoluto desperdicio.
Si llegas a comprar un DAC externo, así sea uno modesto y barato, incluso la calidad normal MP3 de Spotify la vas a empezar a escuchar mejor. Si decides pagar por música de alta fidelidad sin uno de estos aparatitos, no vas a notar prácticamente nada, pero si te haces con uno por primera vez, la diferencia te va a volar un poco la cabeza.
También es importante, además del DAC, un componente que amplifique esa señal analógica. Así que ahí dependerá si compraste un DAC con amplificador incluido o si tienes un amplificador aparte. Y por supuesto, la calidad de tus auriculares o parlantes como último punto de salida del sonido, también juega su papel.
Todo eso es dar pasitos en el mundo de los audiófilos, un mundo que, lamentablemente tiene una pared del color del dinero. El punto es que, con solo pagar por una suscripción de un servicio por mucho bitrate que prometa, tienes que saber que con solo conectar tus auriculares de 50 euros al jack de 3.5mm no va a bastar y quizás creas que te están estafando.
Y esa, al final, fue otra de las principales razones por las que he seguido usando Spotify y no algo como Qobuz. Porque aunque tengo un DAC externo decente y un par de auriculares más que aceptables, solo puedo disfrutar del sonido HiFi cuando estoy frente al ordenador. Mi móvil no tiene un DAC externo, mi iPad no tiene un DAC externo, las consolas de videojuegos tampoco, ni el SmartTV, ni los altavoces inteligentes del baño y la cocina. A través de todos esos dispositivos en los que también escucho música, la señal que se traduce se escucha solo "bien", no "genial" como frente al PC.
La diferencia ahora es que la idea de un Spotify HiFi representaría probablemente pagar un poco más de una misma suscripción que llevo años pagando, dentro de un servicio que ya me satisface bastante, por más calidad de sonido cuando la quiero. No tengo ni que pensarlo.
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