Si eres uno de los más de 148 millones de usuarios de Netflix lo más probable es que nunca hayas visto que se ha caído, y si te ha pasado fue por muy, muy poco tiempo. Es una de las razones del gran éxito del servicio y de la que muchos competidores podrían aprender. Netflix funciona todo el tiempo.
De hecho, de acuerdo a la directora de ingeniería de Netflix, Katharina Probst, en 2017 el servicio de vídeo bajo demanda logró un impresionante rango de disponibilidad del 99.97%.
Netflix aprendió rápidamente de sus primeras caídas y ahora utiliza los centros de datos de Amazon Web Services en tres regiones diferentes. Cuando una de las regiones se cae, Netflix automáticamente redirecciona todo el tráfico a las otras dos regiones.
De hecho, la empresa constantemente prueba este sistema tumbando completamente una región ellos mismos, algo que han llamado "ingeniería caótica", así lo explica Katharina Probst: "De forma intencional introducimos caos dentro de nuestros sistemas".
Hasta hace poco a Netflix le tomaba hasta una hora redirigir todas las peticiones en caso de un fallo masivo como ese, y ahora han logrado disminuir este tiempo a menos de 10 minutos.
Funciona siempre y funciona bien
Netflix tiene varios trucos bajo la manga que hacen que el streaming del servicio no solo funcione siempre, sino que funcione bien. La empresa ha recodificado su catálogo completo más de una vez, y lo hacen escena por escena para optimizar el consumo de ancho de banda según el contenido.
Por ejemplo, con los últimos cambios hechos, una escena de acción en una película se transmite a mayor _bit rate_ que una escena donde solo vemos a una persona hablando. Hace algunos años, 4 GB de datos móviles te daban unas 10 hora de vídeo en Netflix, ahora pueden llegar a ser hasta 26 horas.
Esto es algo en lo que Netflix ha trabajado mucho con el paso del tiempo, en las tecnologías necesarias para hacer streaming de vídeo con la misma calidad visual pero gastando mucho menos ancho de banda.
Vía | Variety
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