Netflix, HBO y gigantes de la industria de la televisión por cable de Estados Unidos forman una coalición que ha comenzado a intensificar sus esfuerzos con el objetivo de combatir las cuentas compartidas en sus servicios. Por supuesto, hablamos de las cuentas individuales que se comparten facilitando la contraseña.
Esta es una práctica extendida que, hasta ahora, había sido más o menos ignorada por las plataformas. Sabían que estaba ahí, pero miraban hacia otro lado. Esto, sin embargo, puede cambiar en un futuro gracias a las contraseñas.
Objetivo: las contraseñas
De acuerdo con una información adelantada por Bloomberg, programadores, distribuidores de televisión por cable, Netflix y HBO están considerando diferentes opciones para impedir que las cuentas individuales sean compartidas con otras personas sin que estas paguen por los contenidos.
Las medidas que están encima de la mesa para combatir el préstamo de contraseñas de esas cuestas incluyen obligar a los usuarios a que cambien sus credenciales periódicamente o a usar sistemas de autenticación de dos factores. Es decir, que antes de acceder al servicio sea necesario recibir un mensaje de texto en el teléfono del titular con un código que debería introducirse para disfrutar del servicio.
Algunos ejecutivos, asegura también el medio estadounidense, son partidarios de crear "reglas que regulen qué dispositivos pueden utilizarse para acceder a una suscripción de televisión por cable fuera del hogar". Un dispositivo móvil sería tolerado, pero no un dispositivo tipo Amazon Fire TV, por ejemplo, según una de las fuentes.
Incluso si estas medidas no funcionasen, estas compañías plantearían exigir a los usuarios que se identificasen para usar los servicios utilizando sus huellas dactilares, pasando a la identificación biométrica prácticamente obligatoria.
De acuerdo con un informe de Parks Associates, la industria de la televisión de pago perderá este año alrededor de 6.600 millones de dólares en ingresos por la compartición de contraseña y otras prácticas. Además, según un estudio reciente, se estima que el 35 % de los nacidos entre principios de los años 80 y finales de los 90 comparten contraseñas. De los nacidos entre mediados de los años 60 y principios de los 80, en cambio, solo comparten credenciales un 19 %.
Estos datos, sumados al estancamiento y la ralentización del crecimiento de este tipo de plataformas en ciertos mercados, puede estar empujando a la industria a adoptar ciertas medidas. Iniciativas que, no obstante, también podrían perjudicar su negocio al añadir notables fricciones al uso habitual del producto.
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