Han pasado años desde que una distro Linux me llama tanto la atención que siento que quiero convertirla en mi sistema operativo del día a día. Pero es que Archcraft es tan genial, bonita, extremadamente ligera, personalizable y simplemente fenomenal, que estoy considerando el dual-boot por primera vez en un buen rato.
Hasta creo que visualizo un PC en casa solo con esta distro, unos meses o quizás más tiempo en los que trabaje solo con Linux y experimente la vida de otra forma, sea o no permanente o posible a nivel práctico (no puedo dejar de escribir sobre Windows y de probar todas sus novedades). Pero esta distro ha renovado mi entusiasmo por Linux un 200%.
Sí, otra distro Linux minimalista basada en Arch
En Archcraft saben que no están precisamente reinventando la rueda, de hecho, su lema es literalmente lo que escribo arriba: es otra distro Linux más, con un estilo minimalista y que está basada en Arch. Las distribuciones basadas en Arch son algunas de las mejores y más queridas del momento.
Ejemplos como Manjaro seguro vienen a la mente rápido, pero hay otras un tanto menos conocidas como ArchBang, EndeavourOS, ArchLabs, o Chakra, por mencionar solo algunas que intentan traer la experiencia Arch Linux al usuario, pero de forma más amigable.
Archcraft no es precisamente esto, es una distro basada en Arch pero no está orientada a principiantes, muy lejos de esto. Está orientada a usuarios avanzados, que busquen un sistema minimalista, que consuma pocos recursos, y que se pueda personalizar al máximo.
La distro no tiene entorno de escritorio solo gestores de ventanas ligeros como Openbox y Bspwm. Es básicamente una opción para quienes quiere una versión preconfigurada de Arch Linux que use aplicaciones ligeras. También es definitivamente una distro para quienes valoren mucho la estética del escritorio y disfruten personalizando. Somos un nicho, pero uno bastante intenso.
Eso de no tener entorno de escritorio sino gestores de ventanas ligeros no le viene bien a mucha gente, no puedes redimensionar ventanas arrastrando el mouse como estamos acostumbrados en la mayoría de sistemas, ni tampoco tienes barras o docks con tus apps favoritas para lanzar en un click (aunque lo puedes añadir con un pequeño cambio de tema desde las preferencias).
Para muchos usuarios es simplemente mucha complicación aprender a hacer todo con atajos de teclado, es importante saber que a eso te enfrentas si quieres probar esta distro, pero también saber que esto supone una ventaja en rendimiento espectacular, especialmente si tu equipo es de pocos recursos.
Eso sí, la instalación es sumamente sencilla gracias al instalador de Calamares. La tecla de Windows o CMD en Mac, sirve para lanzar el menú de aplicaciones, y si estás probando desde el Live CD , ahí directamente verás de primera la opción para instalar Archcraft. El resto es seguir instrucciones sencillas en una interfaz gráfica y a mandar.
La instalación de software es más clásica del Linux retro, no hay un centro de aplicaciones como en la mayoría de distros modernas, así que tendrás que tirar de la terminal. La ventaja es que gracias a pacman o yay y los hermosos repositorios de AUR, tienes de todo disponible en un comando rápido:
Un sudo pacman -S firefox gimp
instala Firefox y Gimp, por ejemplo. O un yay -S spotify
te instala la última versión de Spotify para Linux.
Aunque solo la he estado probando en una máquina virtual, Archcraft me ha enamorado bastante, tiene muchas características interesantes, es super rápida y su estética es de lujo. Además, es extremadamente sencillo cambiar entre los "temas" o estilos prediseñados que ya incluye la distro y que lucen simplemente sensacional.
Si eres de a esos que le gusta probar distros nuevas por diversión, o quizás, de hecho buscabas algo como esto: ligero, veloz, simple y listo para trabajar, Archcraft es una magnífica opción.
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