En un momento en el llevamos a cabo imágenes de casi cualquier cosa –y hasta la compartimos en redes sociales-, y en el que frases como “si no lo veo , no lo creo” y “una imagen vale más que mil palabras” cobran más significado que nunca; la cultura de lo visual ha adquirido una nueva dimensión. Un contexto en el que los emoticonos han logrado hacerse un hueco.
Asimismo, la aparición de nuevos emojis en distintas aplicaciones –como si de una suerte de diccionario se tratase-, la mejora gráficos de los mismos, el alumbramiento de mapas que reflejan su uso por territorios y hasta la consideración de “emoticono sonriente con lágrimas” como palabra del 2015 para el Oxford Dictionary; determinan un nuevo modo de comunicación “universal” que excede el ámbito de las palabras y en el que tiene cabida Emojini 3000. ¿De qué se trata?
En qué consiste Emojini 3000
De esta manera, Emojini integra una tecnología que le permite establecer cuál es el pictograma que mejor se adapta a cada fotografía. Si bien la página cuenta con algunas imágenes de muestra –desde floreros, hasta mascotas y paisajes-, también nos brinda la posibilidad de subir las nuestras propias, las de una página web, etcétera.. Además, no solo nos sugiere una opción, sino varias, la mayoría de ellas muy acertadas y que podremos compartir a través de distintas redes sociales, descargar, y otros.
Desarrollada por Curalate, la aplicación utiliza una serie de algoritmos de “aprendizaje profundo” para que los servidores sean capaces de adivinar qué iconos representan mejor las capturas subidas. Para alumbrar la herramienta, sus desarrolladores se han inspirado en el nuevo sistema de “etiquetas” de Instagram, que permite usar emoticonos. Algo par lo que ha sido necesario crear una extensa base de datos. El resultado, en nuestro humilde opinión, merece la pena.
Otras iniciativas relacionadas
Al margen de Emojini, esta no es la única herramienta que nos lo pone fácil a la hora de expresarnos mediante este tipo de dibujos. De hecho, hace tres meses, un joven programador británico llamado Tom Scott lanzó el primer teclado elaborado, únicamente, mediante emoticonos. Aunque su iniciativa resultó, a priori, un tanto burda –se trataba de un soporte con pegatinas sobre cada botón, de un tamaño desmesurado-, lo cierto es que contaba con un software específico.
Una idea que decidió tomar prestada una empresa estadounidense para dar lugar a otro soporte similar, aunque de dimensiones más reducidas (las mismas que un teclado de Mac Convencional) y tres versiones distintas. Este hardware, en definitiva, nos ayudaría a comunicarnos con estos símbolos que podrían requerir sus propias clases de mecanografía.
Otro proyecto relacionado con su uso es Linkmoji, una utilidad capaz de transformar cualquier url en una serie de diferentes emojis. Lo mejor del caso es que el resultado tiene sentido y está relacionado con el contenido del sitio web. Además, puedes compartirlo a través de distintas redes sociales, consultar cuántas veces ha sido visitado el enlace que acabamos de crear, etcétera.
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