Hace unos meses, un estudio realizado por la empresa Ofcom sobre jóvenes británicos entre los ocho y los quince años reveló que éstos se estaban volviendo cada vez más crédulos con respecto a la información que encontraban en Internet. Como dato, uno de cada cinco jóvenes pensaba que la información que encontraban en resultados de búsqueda de Google o Bing era siempre verdad.
Podría pensarse que esto es a la falta de experiencia, o al hecho de que a esa edad todavía muchos no tienen el suficiente conocimiento y espíritu crítico para distinguir lo verdadero de lo falso. Pero lo cierto es que la misma empresa que hizo ese estudio ha vuelto a repetirlo - esta vez entre la población adulta - y los resultados no son mucho mejores.
De acuerdo con las revelaciones del estudio de Ofcom sobre el uso de medios de comunicación por parte de adultos, con un especial foco de atención en Internet, la mitad de los adultos británicos no saben reconocer cuándo un resultado de Google es en realidad un anuncio por el que una empresa ha pagado - y no un resultado orgánico.
La prueba a la que se sometieron los participantes en el estudio era de lo más sencilla: se les mostró una imagen de los resultados devueltos por Google a la búsqueda "botas para caminar". Los tres primeros estaban marcados con la clásica etiqueta de color naranja con la palabra "Ad" escrita en ella, identificándolos como anuncios. Sin embargo, el 51% de los participantes en el estudio no se percató de que estos resultados eran en realidad enlaces patrocinados, en definitiva, estaban haciendo clic en publicidad.
Una falta de conocimiento aprovechada por Google
Los resultados del estudio de Ofcom demuestran, en general, una falta de comprensión total sobre cómo funcionan los motores de búsqueda. Aunque el 62% de los participantes en el estudio daban por hecho que algunos de los enlaces en unos resultados de búsqueda pueden no ser exactos o imparciales, un 18% da por hecho que si una web aparece en los resultados de un motor de búsqueda, es porque ofrece información verdadera, exacta e imparcial.
El director de investigación de Ofcom, James Thickett, ha afirmado que estas revelaciones muestran "una necesidad de mejorar las habilidades online". Una falta de habilidades a las que, por otra parte, Google tampoco ayuda. Recordemos cómo hace un tiempo eliminó el fondo de color que distinguía a los enlaces patrocinados de los resultados de búsqueda orgánicos, con un claro impacto positivo en las ganancias de Google.
Y no es la única crítica a Google. La más reciente le llegó al gigante de las búsquedas de parte de la Unión Europea, hace pocos días. La Comisión Europea acusaba a Google de prácticas monopolísticas, amenazándoles con multas millonarias si no comienza a respetar de inmediato las leyes anti-competencia.
Vía | Financial Times
Más información | Estudio de Ofcom
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