YouTube lleva muchos años siendo una de las plataformas desde la que muchos usuarios escuchan más música, pese a que existen opciones también gratuitas más cómodas o directas como Spotify. Sin embargo, la plataforma de vídeo líder en Internet no es la mejor opción para los artistas que cuelgan su música, pues paga mucho menos que los grandes del streaming. En concreto, según algunos estudios, Spotify genera a los artistas un 75% más que YouTube en su versión gratuita, y un 515% más en las reproducciones desde cuentas premium.
Buscando otro camino, en Estados Unidos Eventbrite, la plataforma de venta y distribución de entradas para toda clase de eventos, y YouTube se han aliado para venderlas desde los canales oficiales de los artistas. Cuando reproduzcamos una canción, se mostrarán fechas de conciertos. Las entradas podrán ser adquiridas mediante el botón "Tickets", que lleva a la web de Eventbrite, que es quien finalmente vende la entrada.
No es la primera vez que algo así llega a YouTube. El año pasado se lanzó una función similar con Ticketmaster, gran competidor de Eventbrite. Sin embargo, la llegada de los conciertos de Eventbrite al vídeo en streaming no es por ello una noticia menor, pues con el acuerdo, YouTube ya cubre a un 70% de la distribución de entradas de Estados Unidos.
Más visibilidad para el artista y mejor monetización
Con esta medida de YouTube y Eventbrite parece que ganan todas las partes. Es esperable que YouTube gane una comisión con cada entrada vendida a trávés de los enlaces de fechas situados en los vídeos. De esta forma, la monetización ya no se limita a la publicidad mostrada en la plataforma. Eventbrite, por su parte, gana un tráfico que posibilita vender muchas más entradas, sobre todo de artistas menos conocidos que hacen menos promoción de sus conciertos.
Por último, también ganan ellos, los artistas. Aplicando la misma lógica que con Eventbrite, si YouTube anuncia incluso a los menores, su visibilidad puede mejorar mucho. Los grandes ya llenan conciertos, pero las bandas de tamaño mediano y pequeño no suelen tener los recursos para llegar incluso a sus seguidores más cercanos. El poco pago por cada reproducción puede empezar a compensar, ya que son muchas las veces que quieres ir a ver un grupo o artista, pero no te enteras de sus actuaciones.
Será muy interesante ver cómo acaba funcionando esto para todos, e incluso más tenerlo en Europa, donde inevitablemente hay que esperar a que se den pasos similares. Según cuenta YouTube en el blog, de acuerdo a Nielsen, un 26% de millenials descubre conciertos a los que poder ir desde la plataforma de vídeo.
Como decía, es una vía para saldar la deudad del streaming con los artistas. Ganar menos con el streaming que con la venta de discos, pero reforzando el que se dice que es el modelo que queda a partir de ahora, la asistencia a conciertos.