Las últimas elecciones parlamentarias de Estonia, llevadas a cabo este mes de marzo, han establecido un nuevo récord en la pequeña nación de apenas 1.3 millones de habitantes. El 44% de todos los votos fueron emitidos a través de Internet.
Del total de 561.131 votos, 247.232 fueron i-votes, como se le llama al voto online en el país. Establecido en el año 2005, el i-voting convirtió a Estonia en el primer país del mundo que celebró elecciones nacionales usando ese método, y desde entonces, el porcentaje de ciudadanos que lo usan ha ido creciendo progresivamente.
La votación digital se lleva a cabo durante un periodo de seis días antes del día de la elección, ese día ya no se puede votar online. Para poder emitir su voto, la persona necesita un ordenador con conexión a Internet, su tarjeta de identificación nacional o un identificador móvil con certificados y PINs válidos, y un lector especial de tarjetas.
Además de esto, se necesita descargar una aplicación de voto que verifica de forma automática si el votante es elegible para emitir su voto y le muestra la lista de candidatos dependiendo de la región en la que está registrado.
Tras la emisión del voto, la app cifra la información y la envía de forma segura el servidor que los recolecta. Los votantes tienen un periodo durante el cual pueden cambiar su elección, y el último voto es el que cuenta.
Estonia, la nación digital
Estonia es uno de los países del mundo más "digitalizados" que existen. En 2003, el gobierno puso casi todos sus servicios en línea para lidiar mejor con sus limitaciones presupuestarias.
El gobierno afirma que probablemente sean la única nación del mundo en donde el 99% de los servicios públicos están disponibles en línea las 24 horas del días y los 7 días de la semana.
Los ciudadanos básicamente solo tienen que salir de casa si se van a casar o divorciar, o si van a hacer alguna transacción de bienes raíces. En 2014 incluso se convirtieron en el primer país en ofrecer residencia electrónica, y por supuesto, también quieren ser el primer país con su propia criptomoneda.
Las próximas elecciones parlamentarias de Europa son la nueva meta de la nación, una en la que quizás logren alcanzar un 50% o más de i-votes rompiendo un nuevo récord para seguir siendo un ejemplo mundial en cuanto al voto eléctronico.
La cuestionada fiabilidad del voto electrónico
Pero aunque en Estonia hayan apostado completamente por este método, no todo el mundo ve el voto electrónico como viable. De hecho, hay científicos e informáticos que siguen prefiriendo el papel.
Muchas de las críticas que recibe el voto electrónico es que los ciudadanos corrientes no pueden comprobar si el escrutinio de los votos ha sido correcto, en cambio con el voto en papel sí. El sistema que cuenta los votos es incomprensible por la mayoría de la gente, y eso algo que genera desconfianza.
Muchos expertos insisten en que el voto electrónico es imposible de asegurar, y que además las ventajas del sistema de voto tradicional, y la confianza que tienen los ciudadanos y los partidos en el i-vote en el caso particular de Estonia, no es algo que se repita de la misma forma en otras naciones.
Vía | ZDNet
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