Ya es 3 de diciembre de 2018, y eso significa que hoy es el día en el que entran en vigor las nuevas normas contra las restricciones geográficas para comprar por Internet en la Unión Europea.
A partir de hoy los consumidores que residan en un país de la UE podrán hacer compras a través de cualquier página alojada en un país comunitario. La cuenta de la Secretaría de Estado para el Avance Digital se encargaba de anunciarlo en un hilo de Twitter hace unas horas.
⚠ A partir de hoy puedes comprar productos en cualquier tienda online de cualquier país de la UE 🇪🇺 sin ser re-dirigido al dominio de tu país 🇪🇸📲🖥Hoy entra en vigor el nuevo Reglamento 2018/302 que elimina el #geoblocking en comercio electrónico.https://t.co/scsYbJfCWA
— Secretaría de Estado para el Avance Digital (@SEAvanceDigital) 3 de diciembre de 2018
"Poner fin a la discriminación por nacionalidad o lugar de residencia"
Con esta normativa buscan "poner fin a la discriminación online por razón de nacionalidad o lugar de residencia. La Comisión Europea asegura que "todos los consumidores de la UE recibiremos el mismo trato por parte de los vendedores online".
Es un paso importante, si tenemos en cuenta que solo el 37% de los comercios permiten a los usuarios realizar pedidos desde otro país de la UE (según un informe realizado en 2015). Hay sectores en los que el geobloqueo es una "práctica casi unánime": en la compra de electrodomésticos llega hasta el 86%.
Gracias a la entrada en vigor de este nuevo reglamento, los clientes tendrán derecho al libre acceso a una tienda online, ya que está prohibido bloquear el acceso a una página.
Existen dos excepciones en este punto: se permite el traslado a otro sitio IP pero solo si el usuario lo permite explícitamente y si las leyes de un país (por ejemplo la ley de protección del menor) entran en conflicto.
Ahora los consumidores podrán adquirir los productos en las mismas condiciones, y eso también se aplica a las condiciones de envío: la tienda no está obligada a enviar a todos los lugares de la UE pero sí tiene la obligación de ofrecer las mismas condiciones de entrega a todos los clientes.
Eso significa que si una tienda hace envíos a Alemania y Francia, un cliente italiano podría comprarlo sin problema enviando el producto a una dirección alemana o francesa. Obviamente, las tiendas online deberán adaptarse y ofrecer una manera de especificar una dirección de entrega en el checkout.
Otro punto importante son los cambios en cuanto a las condiciones de pago. Aunque ya es obligatorio aceptar pagos de cuentas abiertas en la UE, a partir de ahora no se podrán aplicar distintas condiciones según el ligar de residencia o nacionalidad.
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