Tradicionalmente, se ha hablado de que, a medio plazo, la inteligencia artificial sólo sustituiría al ser humano en tareas que no requirieran creatividad, quedando relegada para acciones más automatizables, como ya ocurre en fábricas. Sin embargo, los grandes avances que se están produciendo con aprendizaje automático y redes neuronales demuestran que estamos más cerca de eso que negamos.
Tanto es así que, por primera vez, se ha subastado una obra generada por una red neuronal, por el impresionante montante de 432.000 dólares. Detrás del hito se encuentra el grupo Obvious, enfocado en la creación con inteligencia artificial. Sin embargo, como ocurre a día de hoy en tantos sectores, que lo que se ha empleado sea inteligencia artificial está sujeto a debate. ¿Puede considerarse como tal la tecnología usada con un sistema entrenado para generar de forma aleatoria una pintura que recuerde a óleos clásicos?
Es algo que tardará un tiempo en responderse. Al igual que el Hip-Hop "no era música" ni los graffitis "eran vandalismo y no arte", la línea que separa lo que es inteligencia artificial de lo que no lo es no estará clara próximamente. Lo que es seguro es que la empatía o la sensibilidad no han intervenido en el proceso más allá de la parte humana, encargada de elegir las obras de las que la red ha aprendido.
Otro debate: sobre la autoría
Lo más curioso de todo es que en Obvious ni siquiera emplearon una red neuronal que entrenó Robbie Barrat, un adolescente de 19 años, y la entrenó con obras de Wiki Commons. El creador de la red neuronal original es Ian Goodfellow, un empleado de Google. El trabajo de Barrat consistió en usarla para que funcionara con obras de arte.
left: the "AI generated" portrait Christie's is auctioning off right now
— Robbie Barrat (@DrBeef_) 25 de octubre de 2018
right: outputs from a neural network I trained and put online *over a year ago*.
Does anyone else care about this? Am I crazy for thinking that they really just used my network and are selling the results? pic.twitter.com/wAdSOe7gwz
Así, otro debate sobre la obra creada con inteligencia artificial gira alrededor de la autoría, o de qué debería hacerse con el dinero generado por la subasta de la obra. Dado que Obvious no ha tenido que trabajar mucho sobre el modelo creado por Goodfellow y Barrat, y pese a hacer uso de código abierto, quizá sería conveniente, al menos, dar mucho más crédito a los "pintores" del siglo XXI, sin los que la subasta nunca se habría producido.
Vía | The Next Web
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