Tras varios años operando en Francia, la empresa Shopopop llega a España con una propuesta que sus fundadores asemejan a Blablacar, aunque dentro del mundo de la paquetería. Y es que se trata de un servicio de entrega colaborativa en el que podemos hacer de repartidores, aunque con una peculiaridad: no podemos hacer de esto un trabajo.
Gracias a la ronda de financiación de 20 millones de euros que han conseguido levantar, Shopopop llega a España, concretamente a Madrid, tratándose de la única ciudad en la que está disponible este servicio de momento.
Un servicio de entrega colaborativa que no podemos convertir en un trabajo
A través de un modelo en el que sus fundadores denominan 'crowdshipping', la finalidad es hacer las entregas a domicilio más flexibles, asequibles y sostenibles. Su funcionamiento depende de la empresa que contrate este servicio. De esta forma, cuando el usuario haga un pedido online y quiera que se lo entreguen al domicilio, si el paquete va a ser entregado por una empresa que está colaborando con Shopopop, el repartidor en particular puede ver el paquete en la aplicación y decidir entregárselo a la persona.
La idea es que el usuario que utilice la aplicación reparta de manera ocasional, es decir, hacerlo por ejemplo cuando crea que puede tener un hueco entre una ruta cotidiana que vaya del trabajo a la casa. La diferencia principal con servicios como Glovo es que, esto no puede convertirse en un oficio, ya que hay ciertas restricciones para ello. La principal de todas es el cobro, siendo un mínimo de 4 euros. Antoine Cheul, confundador de la empresa, comenta en una entrevista para 'El Confidencial' que los usuarios suelen hacer de media una decena de entregas mensuales, recibiendo entre 5 y 8 euros por paquete.
Sus fundadores asemejan el servicio a Blablacar ilustrándolo de la siguiente manera:
"Si tienes que ir de Madrid a Barcelona por cualquier razón, anuncias el viaje en BlaBlaCar, pero no lo haces pensando en ganar dinero. Shopopop es igual, un pequeño complemento para pagar la gasolina".
Además de en España, el servicio también opera en otros países
Definida por sus creadores como una 'red social de envíos', fue fundada en 2016 en Nantes, Francia. Su servicio colabora con más de 1.700 comercios en el país, y también opera en Bélgica, Luxemburgo, Italia, Portugal y Países Bajos. La creciente demanda de las entregas a domicilio, impulsada aún más por la pandemia, ha hecho que el servicio suponga un soplo de aire fresco para las empresas de paquetería. Según sus creadores, veían lógico llevar a su servicio a España, ya que además de ser un país vecino, alegan que el tipo de consumo es similar.
En España están trabajando actualmente con negocios como ultramarinos, supermercados y floristerías. Por el momento solo está disponible en Madrid, y la tendencia de los usuarios es usar siempre el coche para hacer los repartos. Eso sí, desde Shopopop aseguran que 'no tocan' los datos del cliente final, por lo que solamente se almacenan en los comercios que hayan colaborado con el servicio.
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