Cuando se pierde el trabajo a una edad avanzada, volver a incorporarse al mercado laboral es algo realmente complicado, obligando a tener que reinventarse completamente. Ante esta dificultad, el Estado cuenta con diferentes ayudas y prestaciones que tienen como requisitos tener una edad concreta.
Uno de los mejores ejemplos que tenemos en nuestro país es la famosa ayuda para personas mayores de 52 años, que tiene un importe de 480 euros al mes de manera general. Y además, todas personas que la tengan reconocida van a ver como su vida laboral va aumentando, ya que la propia Seguridad Social irá cotizando en nombre del desempleado. Todo para que al final de su vida activa cuente con una pensión contributiva digna.
El compromiso de actividad como punto más importante de esta prestación
Lógicamente, el hecho de estar cobrando esta prestación no es algo 'gratis'. Se tiene que adquirir una serie de compromisos muy relevantes en materia laboral y también en materia económica. Uno de los trámites imprescindibles cada año es realizar una declaración de ingresos para que el SEPE sea conocedor de que sigues cumpliendo los requisitos en esta materia. En caso de haber recibido un ingreso extra como un alquiler o una herencia, es posible que se paralice esta ayuda.
Pero hay otro punto importante cuando se solicita esta ayuda: el compromiso de actividad. Mientras se esté cobrando la ayuda, el beneficiario se compromete a estar en búsqueda activa de empleo. Esto es algo que se ve claramente en uno de los requisitos: el estar inscrito como demandante de empleo en todo momento para poder seguir cobrando esta prestación.
De esta manera, al estar inscrito en los servicios provinciales de empleo hay posibilidades de que llamen para ofrecer una serie de trabajos. Todo esto siempre que el perfil que has indicado al propio SEPE se ajuste a las condiciones laborales que está solicitando el empresario que ha ido a buscar a trabajadores al servicio de empleo.
En el caso de recibir esta llamada, tienes prohibido denegar la oferta de trabajo. Aunque no te agrade nada el puesto de trabajo que te han asignado. En caso de rechazar un puesto de trabajo, se verá como un motivo claro para poder paralizar la ayuda e incluso impedir que se vuelva a solicitar.
Antes de rechazar cualquier trabajo estando cobrando cualquier tipo de prestación se va a tener que buscar una muy buena justificación. El hecho de tener una patología que te impida desarrollar esa actividad puede ser una buena 'excusa'. Pero el hecho de rechazar por gusto o 'porque no estás disponible' no es una opción. Al estar en un estado de desempleo para el Estado, estás completamente desocupado para desarrollar una nueva actividad laboral.
Imágenes | KOBU Agency SEPE
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