El pasado año veíamos que Portugal fue uno de los países pioneros en implementar la jornada laboral de cuatro días. Muchas empresas en el país vecino redujeron las horas semanales a 34 en 40 empresas. Para que funcionara, hicieron cambios organizacionales. En 2023 veíamos que muchas empresas veían imposible implementarlo, pero que al final muchas lo consiguieron.
Con el paso del tiempo en este 2024 hay nuevas conclusiones. Aunque la jornada laboral de cuatro días ha derivado en aspectos positivos para muchos trabajadores y también para muchas empresas, como ya hemos visto en experimentos de otros países, incluyendo a España, no es tan fácil mantener esta reducción para todas las empresas.
Cabe destacar algo muy importante. Como ya vimos con diferentes empresas que llevan tiempo en España con esta jornada laboral de cuatro días, los ingresos aumentaron. Las empresas portuguesas tuvieron como resultado que el 72% de ellas mejoraron sus beneficios. El incremento medio fue del 12%. El 86% de las empresas aumentaron sus ingresos.
Pero, al mismo tiempo, la parte negativa es que no es un modelo que sirva para todas las compañías. Se requieren unos cambios que no todas las empresas tienen la capacidad o están dispuestas a asumir. Y eso ha quedado claro con que muchas empresas no han logrado seguir.
Los principales retos de quienes no han podido seguir
De las empresas que empezaron las pruebas, 55 decidieron no seguir adelante tras la primera fase de preparación mientras que 41 empresas dieron paso a la segunda fase del experimento. De estas 41, solo 21 empresas completaron el ciclo de prueba de seis meses.
En la prueba estuvieron representados ocho sectores distintos (la mayoría, de servicios) de doce distritos de todo Portugal. En declaraciones a ECO, el coordinador Pedro Gomes destacó que la prueba fue mejor entre las empresas que hicieron más cambios internos, por ejemplo, en cuanto a reuniones, trabajo en equipo y adopción de tecnología.
El proyecto piloto de la semana laboral de cuatro días consistió en una prueba de seis meses, voluntaria y reversible, en el sector privado, sin recortes salariales y sin ninguna compensación económica por parte del Estado.
Según Gomes, "entre las empresas que cambiaron dos o más procesos, el 92% mantuvo la semana de cuatro días. En cambio, en las empresas que no hicieron ningún cambio, sólo el 62% mantuvo este formato", explicó el profesor universitario. "Es necesario un cambio importante en la organización del trabajo. Cuantos más cambios, mejor va operativamente y entonces las empresas sienten que pueden mantener el mismo servicio, los trabajadores están más contentos y no quieren volver atrás", subraya.
En opinión de Pedro Gomes, la semana laboral de cuatro días ha demostrado ser una "palanca" para otros cambios en las organizaciones, como la adopción de tecnología y la mejora de las prácticas de trabajo en equipo.
Las empresas satisfechas: esto dicen
Eso sí, quien llegó al final no encuentra vuelta atrás en casi todos los casos. De las 21 empresas que completaron la prueba piloto hasta el final, 17 de ellas han mantenido la misma estructura de jornada laboral tras finalizar el experimento. Mientras que solo cuatro han vuelto a la jornada tradicional de cinco días de nuevo.
Vania Lima, directora de la empresa de comunicación Onya Health ha hablado con La Voz de Galicia y ha afirmado que su empresa está muy satisfecha y piensa "continuar con esta organización. La productividad mejora, porque, al ser un trabajo estresante, con un ritmo muy exigente y que requiere creatividad, los trabajadores rinden mucho mejor si están despejados y tienen una vida más equilibrada".
Imagen | Foto de Eric Rothermel en Unsplash
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