El pasado mes de octubre, Microsoft se alzaba como vencedora en su pugna con Amazon para hacerse con el contrato de 'JEDI', un jugoso proyecto del Departamento de Defensa estadounidense por el cual se convertía en proveedor de la infraestructura cloud de la mayor maquinaria militar del planeta.
La competición entre ambos gigantes tecnológicos fue extraordinariamente dura, porque estaban en juego nada menos que 10.000 millones de dólares durante los próximos 10 años, una cantidad que podría hacer cambiar el equilibrio de poder dentro de la industria de la nube.
Y la conclusión fue más dura aún para Amazon, habida cuenta de que los analistas daban como favorita a la compañía fundada por Jeff Bezos a causa de su contundente liderazgo en el ámbito de 'cloud' gracias a Amazon Web Services.
Noviembre de 2019: Amazon culpa a Trump
Sin embargo, esos analistas estaban dejando de prestar atención a la dimensión política del proceso: es sabido que Trump ve con malos ojos el trato que recibe del Washington Post, el periódico propiedad de Bezos; por no hablar de sus puntos de vista sobre la estrategia fiscal de Amazon.
Así que, pocos días después de que el contrato le fuera adjudicado a los de Redmond, Amazon denunció ante los tribunales que el proceso había quedado viciado por la intervención directa de Trump para, según sus propias palabras (las de Trump y las de la denuncia) "joder a Amazon".
Según el escrito presentado por Amazon,
"una revisión a fondo de la adjudicación revela errores indignantes en casi todos los puntos de evaluación, desde ignorar las fortalezas exclusivas de la propuesta de Amazon Web Services hasta pasar por alto claras deficiencias en la propuesta de Microsoft a la hora de cumplir los requisitos técnicos".
"Estos errores evidencian que el mensaje del presidente Trump ha tenido el efecto predecible que se proponía".
Y así, el pasado mes de febrero, una jueza federal dejaba en suspenso el contrato hasta nueva orden por parte de los tribunales; tras lo cual Amazon solicitaba poder interrogar a Donald Trump y a varios altos cargos del Pentágono.
Mayo de 2020: Microsoft culpa a Amazon
Sin embargo, en los últimos días Microsoft, que hasta ahora ejercía el papel de 'daño colateral' en la batalla entre Trump y Amazon, se ha sumado a la refriega.
Así, el directivo de Microsoft Frank X. Shaw ha criticado en su blog la posibilidad, que estima bastante factible, de que las denuncias de Amazon obliguen a empezar de nuevo el proceso, y señaló motivos más comerciales que políticos para explicar lo que está pasando.
El descriptivo titular de su artículo resumía bien su postura: "Haga una oferta cara, pierda y vuélvalo a intentar: Amazon sigue presionando para que se convoque un nuevo JEDI".
"Amazon fue el único que tomó la decisión de hacer una oferta cara, pero ahora está buscando la forma de evitar las consecuencias de sus propias malas decisiones comerciales. [...] Nadie los obligó a pedir tanto".
"Lo único que es seguro sobre la última denuncia de Amazon es que obligará a los combatientes estadounidenses a esperar más aún para conseguir la tecnología del siglo XXI que necesitan, perpetuando así el historial de Amazon de anteponer sus propios intereses a los demás".
Vía | The Next Web
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