Riviera Beach, una pequeña ciudad estadounidense del estado de Florida (tiene unos 35.000 habitantes), esta semana votó a favor una medida para pagar 600.000 dólares en bitcoins a un grupo de hackers.
Accediendo a la petición de los hackers, esta localidad espera recuperar los datos cifrados, y llama la atención que vayan a pagar esta cantidad de dinero sin que existan garantías de que vayan a recuperar la información.
A diferencia del caso de Baltimore, esta vez han decidido pagar
Al parecer, todo comenzó el pasado 29 de mayo, cuando un trabajador de policía recibió un correo electrónico con un archivo adjunto. Decidió abrirlo, sin saber que dicho archivo contenía malware.
Rápidamente, el malware se propagó por otros equipos gubernamentales, bloqueando el acceso a información importante y destruyendo la red de correo electrónico de Riviera Beach.
Por si fuera poco, esta situación también afectó al servicio de llamadas de emergencia (911) y esta localidad tuvo que pagar a sus empleados mediante cheques (en vez de hacerlo, como siempre, mediante un depósito directo).
Michael van Zwieten, director del departamento tecnológico de Florida, advirtió que "todas las ciudades, sean grandes o pequeñas, son por naturaleza muy conscientes de los costes a la hora de presupuestar las inversiones en tecnología". Asegura que las ciudades pequeñas son las que tienen más dificultades para estar protegidas:
"Las ciudades medianas y pequeñas están especialmente tensas a la hora de encontrar los recursos necesarios para mantener su tecnología al día".
No olvidemos que en mayo la ciudad de Baltimore pasó por un ataque similar, cuando un grupo de hackers aparentemente tomó el control de unos 10.000 equipos gubernamentales y solicitaron 100.000 dólares en bitcoins para terminar con dicho secuestro.
Tras detectar el ataque, las autoridades de esta ciudad tuvieron que desconectar la red informática de la ciudad, paralizando el servicio de correos electrónicos, la plataforma de cobro online para el agua o incluso la base de datos de los parkings.
Las autoridades de Baltimore decidieron no pagar los 100.000 dólares que exigían los hackers, y se estima que este ataque le va a costar a la localidad 18 millones de dólares.
Volviendo al caso de Riviera Beach, una portavoz de la ciudad (Anne Brown) afirmó que que planean gastar 941.000 para reemplazar sus equipos informáticos y otro hardware que se ha visto afectado tras lo sucedido.
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