El Traductor de Google es una de las herramientas más populares y socorridas de la compañía para estudiantes y para todo aquellas personas que navegan por webs escritas en otros idiomas distintos al suyo nativo, pese a que ya hemos hablado de una alternativa como DeepL que ofrece traducciones más naturales.
El servicio de traducción de los de Mountain View fue lanzado en 2006, pero fallaba tanto que, pese a mejorar con el tiempo, no era válido para comprender a veces ni enunciados sencillos. Todo eso cambió con la introducción de aprendizaje automático en la ecuación en 2016, momento en el que cualquier usuario pudo experimentar un salto exponencial en naturalidad. La aplicación de Google ya incluye un modo de conversación muy útil, pero necesita fluidez y naturalidad, la que aporta el intérprete de Google Assistant lanzado y mostrado por The Verge en el CES 2018.
Una tecnología conocida, pero integrada de forma más cómoda al usuario
En la era de los asistentes personales, la traducción instantánea y automática ocupa uno de los puestos prioritarios en la lista de Google, como han demostrado con la integración de la función en los auriculares compatibles con Assistant, presente primero en los Pixel Buds y luego en otros auriculares de Sony o Bose, entre otros. Sin embargo, en prácticamente todas las funciones, el smartphone se hace necesario para llevar a cabo una "conversación".
El nuevo intérprete de Google Assistant está pensado para comenzar a traducir e interpretar desde el momento en que se activa con una petición por voz. En los smartphones aún no es conversacional en la misma forma, y el sistema no permite la fluidez que se ve en el vídeo. Para lanzar el modo entre español e inglés habría que decir "Hey Google, be my Spanish interpreter", y en ese momento todo lo que se escuchara en ambos idiomas sería traducido, reproducido en alto y mostrado para los interlocutores.
Además, la función del Traductor de Google permite muchos más idiomas de su base de datos en la función de Conversación, mientras que el modo intérprete solo permite 27 idiomas, lo que da idea de su mayor complejidad. Son el árabe, chino, checo, danés, holandés, inglés, finlandés, francés, alemán, griego, hindi, húngaro, indonesio, italiano, japonés, coreano, polaco, portugués, rumano, ruso, eslovaca, español, sueco, tailandés, turco, ucraniano y vietnamita.
Como vemos, en la lista no están sólo los típicos idiomas de demostraciones, sino que aparecen varios que en su gramática cuentan con construcciones muy complejas y difíciles de traducir a otras lenguas. Como podemos ver en el vídeo, la interpretación aún es errática y está lejos de poder ser comparable a la de un humano que domine las lenguas de los interlocutores, pero es un gran paso de ayuda para personal de hotel, que es donde Google lo está lanzando en primer lugar a modo de prueba.
Las posibilidades son muchas cuando llegue a los smartphones y altavoces inteligentes (que lo recibirán primero cuando se lance oficialmente), sobre todo cuando las culturas de las personas que participan en la conversación están alejadas, y es que en esas ocasiones ni los gestos a veces ayudar a entender mejor al otro.