Este año, 'Roma', Alfonso Cuarón y Netflix batieron récords e hicieron historia en los Óscar. La película que se estrenó en la plataforma de streaming por excelencia, terminó llevándose la estatuilla a mejor cinta de habla no inglesa y Cuarón, el Óscar a mejor director.
'Roma', que ha sido alabada tanto por críticos como por la audiencia, no se merece, según el famoso director Steven Spielberg, el reconocimiento de La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas. Este alega que solo debería ser considerada para los Emmys porque en el formato televisivo todas son "películas de televisión". A esto, Netflix tiene una respuesta bastante simple:
We love cinema. Here are some things we also love:
— Netflix Film (@NetflixFilm) 4 de marzo de 2019
-Access for people who can't always afford, or live in towns without, theaters
-Letting everyone, everywhere enjoy releases at the same time
-Giving filmmakers more ways to share art
These things are not mutually exclusive.
- Acceso para las personas que no siempre pueden pagar una entrada, o que viven en ciudades sin cines
- Dejar que todo el mundo, en todas partes pueda disfrutar del lanzamiento al mismo tiempo
- Dar a los cineastas más formas de compartir arte
Las 10 nominaciones al premio más prestigioso del séptimo arte que recibió 'Roma', fueron, como ya es costumbre, alimento para el debate y las críticas que suelen acompañar a Netflix y su incursión en el mundo del cine, en el que está cambiando paradigmas, como el mismo hecho de tener que ir al cine para disfrutar de una película.
A Spielberg no le gusta que cada vez menos y menos cineastas tengan que sufrir para recaudar dinero, o competir en Sundance. Para él es un problema que más artistas se dejen financiar por plataformas de vídeo bajo demanda y que sus películas apenas se muestran en cines por una semana para poder ser elegidos para los premios.
El director irá tan lejos que planea proponer cambios en las reglas de la Academia para que películas como 'Roma' no puedan ser consideradas para un Óscar. La respuesta de Netflix parece ser una conectada con más realidades, como que no todos gozan del privilegio de tener un cine cerca de casa, o de tener siempre dinero para pagar una entrada al cine.
Esa gente también debería poder disfrutar del cine, y esas películas no deberían ser excluidas de reconocimiento por el tamaño de la pantalla donde se estrenan. El cine tradicional supone desventajas en otros aspectos, como sus ventanas de distribución que cada vez tienen menos sentido. Plataformas como Netflix le ofrecen al espectador la opción de ver el contenido al mismo tiempo en todos lados, algo que el cine de siempre sigue sin lograr.
Para muchos, incluído Speilberg, la experiencia de ir al cine no tiene igual. Pero de ahí a considerar a una película "menos película" porque pertenece a una plataforma de vídeo bajo demanda como Netflix, hay un trecho. Uno bastante absurdo y pretensioso.
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