La Ministra de vivienda apela a la solidaridad de la gente para atajar la crisis de los precios de la vivienda que está viviendo España y que pasa porque la gente se quiere enriquecer con el alquiler de sus casas como alojamientos turísticos.
La idea planteada por Isabel Rodríguez, que apela a la solidaridad de los propietarios para bajar los alquileres, no dista mucho de lo que el propio líder de Airbnb dijo hace un tiempo ver como la solución más viable.
Cuando Airbnb salió a la luz se presentaba como una especie de Couch Surfing, pero de pago. Couch Surfing es una plataforma que era gratis y que nos permitía a los viajeros quedarnos en casa de gente sin pagar o alojar a viajeros en nuestras casas.
Airbnb proponía un concepto similar pero donde el visitante pagaba y el huésped podía recibir un dinero que le ayudase a hacer frente a los gastos de su hogar o de sacar algo de rentabilidad a su propiedad. De hecho, al principio se englobaba dentro del término consumo colaborativo.
Que los propietarios se gestionen
"Creo que España es un país solidario", ha dicho la Ministra en una entrevista recordando que la mayoría de viviendas en nuestro país pertenecen a propietarios particulares. Y que "les pido que se hagan cargo también de esta causa" y que valoren precios que estén de acuerdo con las capacidades de los españoles y las españolas.
En cuanto a Airbnb sin legislación de por medio, Airbnb se ha ido convirtiendo en un negocio multimillonario con presencia en prácticamente todo el mundo. Sin una regulación sólida, poco a poco comenzó a ser una alternativa muy lucrativa para los propietarios de varios alojamientos, y ahora es un negocio difícil de limitar por diversas razones sociopolíticas y económicas.
Comercializar un bien básico, como es el de la vivienda, no era uno de los objetivos de Airbnb en sus inicios, pero su cambio de miras hizo que en pocos años se haya convertido en todo un problema que contribuye a la ausencia de oferta en la vivienda.
Para su CEO, combatir los precios abusivos de muchas de sus ofertas en la app también es parte del objetivo de Airbnb. Y es que tal y como afirmaba a Bloomberg, quieren que los precios “sean más competitivos frente a los hoteles”. El líder sugirió que una de las soluciones es darle a los anfitriones una serie de herramientas dinámicas para obtener información acerca del precio medio de los hoteles en su zona para alentar a los propietarios a reducir el precio de su vivienda por noche.
El costo de la vivienda en alza
Hace unos días, el Partido Popular, Vox y Junts tumbaban una la proposición de ley para regular el alquiler de temporada en el Congreso. Al no estar sujetos a la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), sino al Código Civil, es decir, a la voluntad de las partes, los contratos de temporada y los de habitaciones permiten a los arrendadores subir los precios cada seis o nueve meses a inquilinos que viven en esa vivienda de forma estable y tampoco están sujetos a las limitaciones de precios de la ley de vivienda.
Balakrishnan Rajagopal, el relator especial de la ONU sobre vivienda, daba una entrevista hace unos meses hablando sobre el grave problema de la vivienda que afecta al mundo entero y también ha hablado de la responsabilidad de plataformas como Airbnb o Booking a este respecto. Y afirmaba que "la gente concluye erróneamente que las plataformas son la razón de la crisis", mientras que "en nueve de cada diez casos, la crisis de vivienda asequible se debe a problemas estructurales".
El relator de la ONU habló de la necesidad de un control sobre el precio del suelo, que es la parte más cara de construir una casa. "Si el gobierno no controla el precio del suelo, no puede asegurar una vivienda asequible".
Ahora, la Ministra de Vivienda también ha pedido a las Comunidades Autónomas que blinden los suelos protegidos.
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