En una jornada que promete ser larga, y cuando al menos 10 taxistas han comunicado que van a realizar huelga de hambre, Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, y Ángel Garrido, presidente de la Comunidad de Madrid, han comparecido de forma conjunta ante cámaras de televisión en Fitur, afirmando que "Ayuntamiento y Comunidad tienen un borrador en el que ya están de acuerdo en los conceptos".
Si bien no están cerrados los detalles, de las palabras de Garrido se extrae que no se contempla, en ningún caso, la precontratación mínima de 15 minutos de antelación, que según Garrido "puede traer y estoy convencido de que traerá grandísimas sanciones milmillonarias que pueden dejar en quiebra a una Comunidad Autonóma".
A falta de conocer el texto en el que ambos entes han trabajado, que terminarán de perfilar esta tarde, Carmena ha apuntado que "introducirán conceptos nuevos", y que con "lógica se quejan del incumplimiento de la norma 1/30". La solución apunta a **estrenar una medida de metros o kilómetros mínimos que se pueden fijar, empleando el elemento del distanciamiento. Se establecería una distancia mínima entre el VTC, el coche que se pide, y el cliente.
Aunque no esté nada claro aún, porque las declaraciones no aportan profundidad, pero la clave, frente a la medida catalana, estaría en la distancia y no en el tiempo.
La clave está en la captación
Una de las medidas más importantes del decreto ley catalán es que se establecía que, tras ofrecer el servicio al cliente, los vehículos VTC tendrían que volver a una base hasta recibir una petición de un nuevo servicio por parte del cliente. Así se regularía una de las quejas más comunes de los taxistas, que los VTC estén siempre circulando cuando no tienen clientes a bordo en búsqueda de lugares de interés, en lugar de esperando a ser solicitados. Es, también, una de las prácticas que produce críticas.
La distancia de contratación sería la medida más importante en Madrid, limitando enormemente la capacidad de captación, pero no sería la única para las VTC. Se establecería un descanso para que la mitad de licencias de VTC no trabajen en sábado y domingo. A priori, parece algo mejor para Uber y Cabify que lo que se puede aprobar en Barcelona el próximo día 30, pero aun así, Ángel Garrido ha comentado que "espera y confía que acepten todos rebajar un poco sus expectativas ya que puede que esta sea la última oportunidad".
No está tan claro que el sector del taxi vaya a aceptar, y es que hay que recordar que en la Ciudad Condal, pese al trato de favor que supone el decreto ley, la votación sobre si aceptar las medidas ha estado muy reñida, con 300 votos de diferencia entre desconvocar la huelga y no hacerlo. La Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento se reúnen desde las 13.30 con los taxistas para comentar las propuestas.
Ver 2 comentarios