La inteligencia artificial es algo que actualmente se encuentra en boca de todos. Desde el lanzamiento de herramientas tan útiles y disruptivas como ChatGPT, la industria tecnológica se encuentra ahora mismo patas arriba. Y no solo la tecnológica, sino que las grandes capacidades que pueden albergar los modelos de lenguaje también son una preocupación mayor para todo tipo de sectores y a nivel social, ya que son tecnologías fácilmente adaptables a multitud de áreas.
Entre estas preocupaciones se encuentra el aspecto de la privacidad del usuario al utilizar este tipo de herramientas, ya que la gran mayoría se entrenan en base a nuestro uso y pueden obtener información personal nuestra. Sin embargo, otra de las grandes preocupaciones es, sin duda, el debate de que la IA pueda sustituir algunos empleos.
Sin embargo, para el Banco Central Europeo, el crecimiento de las tecnologías basadas en IA no supone tanto un riesgo para la cantidad de trabajos con ocupación humana, como sí lo puede llegar a ser para los salarios de estos trabajos. Y es que según un estudio publicado por este organismo, las oportunidades para los trabajadores más jóvenes y altamente cualificados aumentaron en lugar de desaparecer.
La IA quizás no nos quite el trabajo, pero cuidado con nuestro salario
Desde el Banco Central Europeo sugieren que los temores de que la IA acabe con el trabajo humano “pueden ser muy exagerados”, aunque también advierten de que sus conclusiones “no equivalen a una absolución”.
El estudio ha analizado el vínculo entre las tecnologías basadas en IA y las cuotas de empleo en una muestra de 16 países europeos entre 2011 y 2019. Durante este periodo hemos sido testigos de un avance evolutivo extraordinario en tecnologías basadas en inteligencia artificial, modelos de lenguaje, algoritmos de reconocimiento de imagen y recomendación, detección de fraude y mucho más.
Obviamente, con la llegada de los modelos de IA generativa como ChatGPT, Bard, Bing Chat y demás, la evolución despunta aún más. Sin embargo, según los 16 países estudiados, se concluyó que la proporción de empleo en los sectores más expuestos a la IA aumentó y sin que los puestos de trabajo de cualificación baja y media se vieran afectados en gran medida. Además, el estudio también concluye a que los puestos de alta cualificación recibieron un mayor impulso.
No obstante, los investigadores también afirmaron en el estudio que encontraron “repercusiones entre neutras y ligeramente negativas” en cuanto al crecimiento salarial de las profesiones más expuestas a la IA.
"Estos resultados no equivalen a una absolución", afirma el documento. "Las tecnologías basadas en la inteligencia artificial siguen desarrollándose y adoptándose. La mayor parte de su impacto sobre el empleo y los salarios -y, por tanto, sobre el crecimiento y la igualdad- aún está por ver."
Según el estudio, los resultados contrastan con anteriores “olas tecnológicas” donde la informatización redujo “la cuota relativa de empleo de los trabajadores de cualificación media, dando lugar a una ‘polarización’”.
Aún habiendo descubierto herramientas tremendamente útiles y disruptivas, las tecnologías basadas en inteligencia artificial aún se encuentran en pañales, por lo que toca ser testigos de la evolución de una de las mayores corrientes tecnologías de los últimos años. Está claro que su impacto dejará huella en nuestro día a día y en el porvenir de multitud de sectores, por ello son muchas las empresas y trabajadores que ya se están preparando para lo que está por llegar.
Imagen | Nguyen Dang Hoang Nhu
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