Hace relativamente pocos días conocíamos en nuestro país el cambio del sistema de cotización de los trabajadores autónomos, pero parece ser que los cambios no quedarán ahí. El gran cambio que se espera entre en vigor en 2023 atañe a la facturación electrónica, que es una de las novedades integradas en la Ley Crea y Crece, aprobada por el Congreso el 30 de junio.
Con esta nueva norma, si entra en vigor dentro de los plazos esperados, todos los autónomos estarán obligados a expedir y remitir facturas a través de herramientas digitales controladas por la Agencia Tributaria. De esta manera se consigue tener un mayor control de todos los pagos que se van haciendo. Aunque de no hacerlo correctamente, las sanciones serán muy elevadas.
La factura electrónica, un auténtico embrollo que sería obligatorio en 2023
Según el ministerio, este sistema electrónico garantizará la trazabilidad de todos los documentos de pago entre empresas y autónomos, haciendo que la morosidad se reduzca de manera eficaz. Además, la Agencia Tributaria podrá saber en tiempo real las facturas que se van emitiendo, haciendo que sea mucho más complicado defraudar impuestos, aunque también se garantizará que los pagos se agilicen.
Como es lógico, todo esto va a requerir un proceso de digitalización que se consigue con la posibilidad de solicitar el kit digital para cualquier pyme de menos de 50 empleados, con el objetivo de modernizar nuestra economía. Pero esto es algo que también se debe aplicar la administración, ya que aunque actualmente se cuenta con una base para realizar facturas electrónicas (actualmente únicamente obligatorias para facturar a la administración pública), esta puede llegar a ser realmente difícil de usar.
No obstante, aunque la gran mayoría de autónomos no estén acostumbrados a este tipo de facturas, ya se recomienda que comiencen a formarse en el programa gratuito de la administración. Si nos vamos al norte, en el País Vasco este es un sistema que lleva implantado desde el 1 de enero. Con este se pretendía siempre controlar los cambios en las facturas de autónomos o pymes. Pero el problema siempre está en el desconocimiento de la implementación.
El gran problema que se encuentra en este caso es que si no se hace bien, Hacienda no te va a perdonar. Las sanciones por un mal uso de las facturas electrónicas, o por directamente no utilizarlas, no son bajas. En concreto, la legislación establece multas de entre 20.000 y 40.000 euros. En definitiva, ya hay que acostumbrarse a este sistema porque tras la implementación en el norte de España es irremediable que se imponga en el resto del país a partir de 2023.
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