Hace menos de un año, en junio de 2021, Gorillas, un gran rival europeo de Glovo, desembarcó en España prometiendo entregas en 10 minutos y cumpliendo la Ley Rider, teniendo a sus repartidores contratados. Poco antes de eso, esta startup con origen en Berlín había conseguido una ronda de financiación de 1.000 millones de dólares. Esta mañana ha anunciado su cierre. Ahora dice que quiere buscar por diferentes opciones estratégicas.
La oferta de Gorillas se mostró desde un principio como limitada en comparación a la de otros servicios de reparto como Glovo, Deliveroo o Just Eat, pero eso no jugaba necesariamente en su contra, ya que daba la certeza al cliente de que realmente su reparto llegaría en el plazo acordado.
La crisis de la empresa no es solo en España. Esta mañana se anunciaba que dejaba cuatro mercados en total (además del nuestro, de Italia, Dinamarca y Bélgica) y que despedía a la mitad de su plantilla ubicada en la sede de Berlín. Mientras que lo del despido continúa presente en el comunicado emitido, sobre su actividad en España ahora dice que e Italia, España, Dinamarca y Bélgica, mercados muy atractivos, estamos estudiando todas las opciones estratégicas posibles para la marca Gorillas.
Un entorno global complejo
Como muchos actores de la escena de las startups y la tecnología, "Gorillas trabaja actualmente en un entorno global desafiante y complejo", ha sido una de las principales explicaciones de los líderes de la startup que parece indicar que los problemas económicos que ha acarreado la guerra en Ucrania tras la invasión rusa ha afectado.
El objetivo es ser rentables y, con este objetivo, se centrará en sus otros mercados: Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos y Estados Unidos (de donde procede, según sus informaciones, el 90% de su negocio).
Se sabe que de su sede principal hay unos 300 despidos. Pero teniendo en cuenta que Gorillas cuenta con personal de reparto contratado, este posible cambio también afectaría a todos los "riders" que la firma tenía en España. El desembarco de Gorillas aquí fue por todo lo alto, con más de 2.000 repartidores y disponible en las principales ciudades. Pero sin haber alcanzado ni siquiera 11 meses, la compañía de las entregas ultrarrápidas en 10 minutos ha visto que su modelo actual no les convence.
Según declaraciones publicadas por La Vanguardia, Magdalena Szuszkiewicz, la directora general en España, ha dicho que "estamos reorganizando nuestra operativa a nivel global debido a las exigencias de los inversores. Nos piden estrechar el cinturón debido a la caída de las bolas y la compleja coyuntura global. Con un socio local y una inversión conjunta de 25 millones de euros, podremos alcanzar un Ebitda (beneficio bruto) positivo a finales de 2024".
Cabe decir que aunque tengan a sus trabajadores contratados, el medio especializado Sifted, publicó que múltiples empleados de Gorillas denunciaron la falta de seguridad y la cultura tóxica de la compañía, llegando además a compararla con la burbuja de WeWork.
De todos modos, por muchos que la Ley Rider pusiese el grito en el cielo de mucha gente por lo que podría acarrear a las empresas de Delivery (más gasto), el problema de Gorillas no ha sido tener que ofrecer una seguridad a sus trabajadores, sino su modelo de negocio: para captar usuarios de las entregas ultrarrápidas ofrecía cupones de grandes descuentos que luego cubría con las grandes rondas de financiación obtenidas.
A los amantes de las entregas rápidas, hay que recordar que Getir, el gigante turco del delivery ha obtenido mejores resultados que Gorillas si tenemos en cuenta el número de descargas de sus aplicaciones. Y sigue en España.