Los bots conversacionales se han popularizado en los últimos años de manera notable con la llegada de algunas IA muy reconocidas como ChatGPT y posteriormente Google Bard. El problema radica en que mucha gente confía en exceso en estas IA y en el poder de respuesta que ofrece sin saber que sus conversaciones pueden acabar como un resultado de búsqueda.
Y es que aunque pueda parecer muy raro, muchos usuarios han denunciado a través de X que han detectado como Google ha indexado diferentes conversaciones con Google Bard de diferentes personas. Esto hace que cualquiera pueda buscar la conversación de otra persona y consultar si ha puesto algo que pueda identificarlo o que le comprometa.
Algunas conversaciones de Google Bard se están indexando
Y es que para muchas personas ChatGPT o Google Bard se ha convertido en un auténtico asesor personal compartiendo información confidencial o incluso íntima para que le dé sus consejos generados con la información de internet. Pero ahora, por un error de Google todas estas conversaciones aparecen en su propio motor de búsqueda haciéndolas accesibles a todos como se puede ver en las capturas que se han compartido en X. Aunque es tan fácil como buscando en Google site:https://bard.google.com/share/.
A priori, el hecho de que no se sepa quién es el que ha tenido esta conversación parece que libra de toda polémica a Google pero no es así. Para entenderlo debemos ponernos en la situación de una persona que ha dado información personal como nombre, número de teléfono o contraseñas (aunque esto es algo que no se debe hacer), que pueden ser detectados para otros fines. Pero lo más gracioso de todo es que al acceder a uno de estos chats se va a poder seguir la conversación sin problemas.
Desde Google han querido dar respuesta a estos mensajes en X donde se les acusaba de violar la privacidad. El mensaje publicado confirma que aunque Google brinda la opción de que los usuarios puedan compartir sus conversaciones, no pretenden que se puedan indexar las conversaciones en su motor. Y es por eso que ya investigan cómo solventar el fallo.
En definitiva, lo más recomendable en este momento es evitar hablar de asuntos confidenciales con las IA u ofrecer datos privados como contraseñas, email, nombres o número de teléfono. Porque siempre puede existir alguien muy interesado en todos esos datos que los encuentre en Google. Y puede que no sea un delincuente, sino un simple cotilla que tiene curiosidad por todo lo que se le pregunta.
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