ChatGPT lleva ya muchas semanas en boca de todos, llegando incluso a estar completamente saturado en algunos momentos concretos. Esto se debe a que ha superado con creces las expectativas de muchos usuarios debido a las grandes funciones que ofrece en el día a día de muchas personas. Pero aunque nos hemos planteado siempre un uso ético, hay algunos usuarios que han querido darle una vuelta y usarlo para hackear.
La base de datos con la que cuenta ChatGPT cuenta con resultados de Google hasta el año 2021, y esto hace que sea realmente rico para todos los usuarios. Entre los usos que le hemos dado precisamente está el hecho de redactar un artículo completo, o incluso hacer trabajos para la universidad.
ChatGPT como ayuda para el hacking
Pero hay que saber que ChatGPT no tiene ni idea de ética y es por ello que no entiende el problema de algunas peticiones que se le pueden hacer. Ante esta tesitura, un joven hacker decidió usar ChatGPT para facilitar sus tareas de hackeo, aunque desde el ámbito legítimo y legal, lo que se conoce como 'hacker ético'. Y gracias a esto ha conseguido sacar un buen dinero, como explica en su vídeo de YouTube.
Este hacker se encargó entonces de ir ofreciendo códigos a ChatGPT para que le explicara como funcionaba. De esta manera, la IA es capaz de explicar por ejemplo que el código de una biblioteca PHP de un hospital es usado para buscar nombres de pacientes en una base de datos. Pero además de explicar su funcionamiento, si no que también puede editar consultas en SQL para hacer búsquedas en la base de datos e incluso un informe de error completo.
De esta manera, comenzó a dedicarse a introducir diferentes códigos de biblioteca de hospitales u otras redes sociales para que la IA le dijera donde estaba el error y si era posible explotarlo de alguna manera. Por ejemplo, el hacker Youssef Samouda consiguió detectar un fallo importante en Facebook simplemente introduciendo códigos en ChatGPT de los métodos de acceso.
A cambio de encontrar este fallo y comunicarlo a Facebook permitió ganar 42.000 euros por un fallo concreto con ChatGPT. Y en global con todos los fallos que ha detectado en Facebook se ha conseguido tener unos ingresos de 450.000 dólares. De esta manera, se vuelve a ver el auténtico negocio que tienen los programadores que tienen como misión el buscar fallos en los códigos de redes sociales o de otra plataforma.
Obviamente, esto es algo que en este caso se ha usado para tratar de corregir estos errores. Pero pueden existir otros hackers que busquen entre el código para que ChatGPT les detecte las diferentes vulnerabilidades con el objetivo de explotarlas.
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