El frío ya está comenzando a llegar a nuestro día a día y con ello también la calefacción en nuestros hogares. Si teletrabajas desde casa sin duda esto es algo fundamental para poder estar cómodo mientras estás trabajando sin pasar ni frío ni calor. Pero... ¿Qué temperatura garantiza tener un buen confort sin perder de vista el ahorro energético?
Precisamente entre las ventajas que tenemos en el teletrabajo es el ahorro en el transporte a una oficina física, pero por contra tenemos que hay que abonar una mayor cantidad de electricidad o en este caso abonar la factura que nos deja la calefacción. Es por ello que debe ser importante buscar el punto concreto de calor que podemos tener en casa para trabajar bien. Algo que va a depender del número de habitantes, el nivel de actividad o incluso nuestro metabolismo.
La temperatura a la que teletrabajamos es fundamental para la productividad
Para hablar desde el punto de vista sanitario, podemos irnos a los estudios que ha realizado la Organización Mundial de la Salud (OMS). En su página web podemos encontrar que hay estudios que acreditan que las temperaturas frías en casa se relaciona con diferentes consecuencias negativas para nuestra salud.
Aunque por tener frío no podemos coger una infección o un resfriado automáticamente, si que puede interferir al generar inflamación pulmonar que hace que se tenga más riesgo de enfermar. Pero además, también puede llegar a generar un efecto de vasoconstricción como un efecto natural para contrarrestar este frío.
Si hablamos de la temperatura que debemos tener en casa, la OMS marca para los países con climas templados o moderadamente fríos la temperatura mínima de 18 grados para tener un ambiente seguro para la salud. Esta horquilla va entonces desde estos 18 °C hasta los 24 °C. Concretamente, durante el día se apunta a una temperatura entre los 22 °C y los 24 °C, y de noche se podría bajar hasta los 18-20 °C.
Pero esto es algo que se ha ido estudiando por diferentes agencias. Si nos dirigimos al estudio del Instituto para el Ahorro y Diversificación de la Energía apuntan a que en un entorno cerrado y estado los individuos de manera pasiva la temperatura debe ser entre 21 °C y 23 °C. Algo que cambia de noche al bajar hasta los 15 °C y 17 °C. Tener más de 23 °C para ellos hará que el ambiente esté muy seco y que a final de mes la factura venga aumentada entre un 5 y un 10%.
Lo que está claro es que si trabajas desde casa vas a tener que darle mucha importancia a la temperatura de tu hogar. Todo te permitirá trabajar de manera más cómoda y sobre todo con una mayor productividad, ya que tener una sensación de frío o calor puede afectar a la concentración que se tiene sobre las tareas que se están realizando.
Imágenes | Julian Hochgesang
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