La privacidad en los espacios públicos se desvanece a pasos agigantados, pero no esperábamos que fuera una cuenta de TikTok de un fan de Taylor Swift (siempre incluye su música en los vídeos que publica) quien nos lo fuera a recordar de la peor manera posible.
Y es que, con sus 90.000 seguidores, este perfil ha causado alarma al explotar la arraigada creencia de que cualquier cosa que hagamos con contenido disponible en Internet es válida.
El 'modus operandi' de esta particular cuenta es muy sencillo: selecciona a sus víctimas entre personas que han aparecido en otros vídeos virales y/o según las sugerencias de sus seguidores y, una vez seleccionado su objetivo, sus propios vídeos documentan el proceso de 'investigación', consistente en…
- Capturar imágenes de la persona.
- Someterlas a búsquedas dentro de plataformas de reconocimiento facial disponibles online para cualquier usuario (como Pimeyes o FaceCheck.ID).
- Recurrir a lo que se denomina 'inteligencia de fuentes abiertas' u OSINT para 'escarbar' en los datos vinculados con su identidad.
- Revelar públicamente su información privada (nombre completo, perfil de redes sociales e incluso su empleador).
No viola ninguna política de contenidos de TikTok
A pesar de la preocupación generada por esta cuenta, y de las solicitudes cursadas para que TikTok la elimine, la plataforma ha decidido no tomar ninguna medida al respecto, alegando que no viola ninguna de sus políticas, ya que sólo utiliza información públicamente disponible.
Esa es la razón por la que ni 404 Media (el medio que ha dedicado un reportaje a esta historia) ni nosotros hemos querido difundir la dirección de esta cuenta hasta que no sea desactivada por TikTok.
Recordemos que estas acciones son realizadas sin el consentimiento de las personas involucradas, lo que plantea serias cuestiones éticas y legales… y abre la posibilidad de que el contenido de dichos vídeos, o la tecnología de reconocimiento usada en los mismos, pase a ser utilizada, en palabras de Eli Lloyd, una de sus víctimas,
"Para algo peor que la simple sed de atención online, como los casos extremos de acoso, por ejemplo".
El caso de 'Matthew', otra de sus víctimas, resulta paradigmático: fue identificado por el citado perfil de TikTok tras haber aparecido entrevistado en un vídeo de otro generador de contenido viral, uno en el que Matthew no proporcionaba su nombre completo ni ninguna otra información personal.
"Me sentí un poco violado", afirma esta víctima, que vio cómo la publicación de su identidad generaba una oleada de atención no deseada en las redes sociales de su empresa, cuya web (que incluía una foto suya) resultó clave para identificarle.
Lo peor es que el responsable de la cuenta de TikTok no muestra ningún interés en justificar éticamente sus acciones —desde luego, no han revelado que sus víctimas estén detrás de ninguna actividad ilícita ni nada por el estilo—, sino que, más bien, se alimenta de la mera curiosidad de sus seguidores.
En el caso de Matthew, sin ir más lejos, todo se desencadenó porque otro usuario de TikTok, uno llamado Kenny, escribió "Necesito su @" (es decir, su nombre de usuario) citando el vídeo original en el que aparecía la víctima. Kenny no respondió a 404 Media cuando le preguntaron por qué quería desenmascararlo.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | Presume de tener una granja de GPUs minando criptomonedas y le sale mal: en Internet encuentran su ubicación
Ver 1 comentarios