El popular exchange de criptomonedas Coinbase había ganado más de 800 millones de dólares sólo en el último trimestre de 2021, lo que les llevó a planificar una "amplia estrategia de expansión global". Incluso llegaron a emitir un exitoso (o fallido, según se mire) anuncio televisivo durante la última Superbowl. Pero luego el bitcoin empezó a bajar.
Y a bajar. De modo que alguien pensó que quizá las amplias estrategias de expansión quizá habían sido un poco demasiado optimistas. Y decidieron hacer reajustes.
Y eso nos lleva a comienzos de este mismo mes, cuando te contábamos que la compañía había decretado una 'congelación de contrataciones'… que les había llevado a revocar las contrataciones de múltiples candidatos que ya habían abandonado sus empleos anteriores y contaban con incorporarse a la plantilla en pocos días, dejándoles así tirados y desempleados.
300 empleados-no-empleados, algunos con ofertas de sueldo de 300.000 $
Ahora, la revista Motherboard ha publicado más detalles sobre este hecho tras entrevistar a varios de estos no-empleados (que se han mantenido en el anonimato para no perder, también, los paquetes de indemnización). Ahora sabemos que hasta 300 'inminentes contrataciones' se vieron afectadas por esta decisión: empleados procedentes de Amazon y de Facebook, de Google y de Apple, de Tesla y de Netflix, de JPMorgan Chase y Goldman Sachs, que confiaban en sumarse de manera inminente a la compañía dirigida por Brian Armstrong.
La noticia sorprendió a los afectados (muchos se enteraron antes por la prensa que por Coinbase), pues muchos de ellos habían recibido garantías en numerosas ocasiones de que sus ofertas no serían rescindidas. De hecho, habían recibido comunicados en los que se reafirmaba las sólidas bases de Coinbase, que a toro pasado apestan a "excusatio non petita, acusatio manifesta". Los responsables directos de su contratación también aseguraron no haber sido notificados previamente de la radical decisión de Armstrong.
Obviamente, esto generó toda una serie de dramas personales: desde los que intentaron suplicar la readmisión en sus antiguos empleos, a los recién licenciados que hacía tiempo que habían detenido sus búsquedas de empleo, por no mencionar a los que ya se habían establecido en su nueva ciudad de residencia, procedentes del extranjero, y se enfrentaban a la búsqueda desesperada de un nuevo empleo antes de que expirase su visado.
Muchos se lanzaron a esta aventura atraídos no tanto por su confianza en el brillante futuro de la industria de las criptomonedas, sino por el dinero contante y sonante: varios afirmaron que iban a ganar el doble de sueldo (300.000 dólares) que en su anterior puesto de trabajo. Era una oferta que no podían rechazar (los empleados, no Coinbase, obviamente). La lección que alguno extrae de esto es:
"Si suena demasiado bueno para ser verdad es porque no es verdad".
Por otra parte, estas últimas decisiones también han creado desavenencias dentro de la compañía. Supuestamente, varios de los actuales empleados promovieron una petición online, ya eliminada, solicitando que echasen a los directivos responsables de crear esta situación. Brian Armstrong no se lo tomó especialmente bien cuando contestó a la iniciativa en un hilo de Twitter.
"Esto es realmente estúpido a múltiples niveles […] si no confías en los directivos o en el director general de una empresa, ¿por qué estás trabajando en esa empresa? ¡Renuncia y encuentra otra en la que trabajar en la que sí creas!".
"También es tonto porque si te atrapan, te despedirán, y simplemente no es una forma efectiva de obtener lo que dices querer".
Imagen | Marco Verch vía Flickr
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