A medida que algunas empresas optan por rendirse al trabajo remoto, sus directivos tienen que enfrentar un nuevo reto: garantizar que sus empleados mantengan la productividad. Y, en la mayoría de los casos, esto se ha traducido en la instalación de software de monitorización (también conocido como 'bossware').
Los programas que entran en esta categoría se dedican a registrar su actividad: qué sitios web visitan, qué teclean o cuánto tiempo permanecen delante del PC, o bien que remite capturas de pantalla realizadas de forma aleatoria. De hecho, según una encuesta llevada a cabo hace un tiempo por Digital.com a 1250 empleadores estadounidenses, el 60% de las empresas con trabajadores en remoto está utilizando ya software de monitorización, y otro 17% está considerándolo actualmente.
Dudas éticas sobre la vigilancia vs constatación de baja productividad
Las razones aducidas para ello son la intención de comprender en qué gasta su tiempo el trabajador (79%), confirmar que trabaja durante toda su jornada (65%) o asegurarse de que no utiliza un equipo proporcionado por la empresa para uso personal (50%). Otra encuesta similar, ésta realizada a 2000 empleados y 2000 empleadores por ExpressVPN, ofrecía información complementaria bastante relevante: aunque el 83% de los empleadores afirman tener dudas sobre la ética de los sistemas de monitorización, el 78% recurre igualmente a ellos.
Por desgracia, muchos expresan la opinión de que las medidas de monitorización les han convencido de la existencia de un problema de falta de productividad entre los empleados remotos: sólo el 7% de los empleadores afirman que sus empleados están enfocados en su trabajo durante todo el día, y hasta el 27% de ellos aseguran contar con empleados que pasan 5 horas o más al día en actividades no laborales (en un 78% de los casos, visitando sitios web o redes sociales). Lo que no sabemos es qué papel conceden estos empleadores a los (necesarios) descansos cuando emiten esa valoración.
Y eso, a pesar de que el 86% de las empresas que utilizan'bossware' han informado de ello a sus empleados (el 14% restante estarían violando la ley si se tratara de empresas españolas). En general, poner en conocimiento de los empleados esta vigilancia suele traducirse en una mejora de la productividad (81% de los casos)…
…sin embargo, eso no siempre es así con todos los teletrabajadores, y tan sólo el 12 de los empleadores afirman no haber despedido a nadie tras la implementación del citado software, mientras que el 25% ha despedido a 1-10 empleados y el 21% a 51-100.
El estudio de ExpressVPN afirma que el 41% de los empleados admiten que si grabasen sus llamadas del trabajo, sus empleadores encontrarían evidencia suficiente para justificar su despido. Curiosamente, una cifra de empleadores muy cercana a esa (el 37%) afirma haber hecho exactamente eso: despedir a alguien tras oír las grabaciones de sus llamadas.
Pero, incluso cuando logran evadir el despido, la monitorización pasa factura a los trabajadores: el 56% de ellos siente estrés y ansiedad por el hecho de que su empleador vigile sus comunicaciones. Y, de hecho, casi la mitad de ellos (el 48%) estaría dispuesto a reducir su salario a cambio de proteger su privacidad y no estar sujetos a vigilancia. Siendo más precisos, 1 de cada 4 aceptaría un recorte salarial del 25%.
Una versión anterior de este artículo se publicó en 2022.
Vía | David Bonilla
Imagen | Basada en original del comic-book 'Saga' (Image Comics)
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