Que negocios como Airbnb y Uber no están exentos de polémica es una realidad innegable que hemos venido evidenciando desde su nacimiento de la mano de distintas noticias que han implicado a agentes como la industria hostelera, los taxistas y un largo etcétera de polémicas que seguro que te resultan familiares.
De hecho, algunos países, incluso, han llegado a tomar medidas legales al respecto, un asunto sobre el que ahora la Comisión Europea ha decidido posicionarse para afirmar que las prohibiciones totales de esta clase de servicios solamente deberían utilizarse como medida de último recurso.
Qué dice la Comisión Europea
Así, Bruselas ha instado a los países miembros a, en todo caso, establecer restricciones más moderadas que permitan el desarrollo de estos servicios, y no solo eso, sino que su objetivo es el establecer un marco general con el fin de regular este tipo de compañías, que están sujetas a cada una de las distintas legislaciones de los 28.
Sin embargo, antes de entrar en mayores vicisitudes no podemos dejar de comentar el contexto ante el que nos enfrentamos. Por ejemplo y respecto a Airbnb, los arrendadores de Berlín que alquilen la totalidad de su apartamento, pueden enfrentarse a multas de hasta 100 mil euros. Por no hablar del caso de Cataluña y otras protestas, que han desatado grandes críticas en nuestro país. En cuanto a Uber, se ha enfrentado a prohibiciones parciales en Francia, Alemania y Bélgica.
Unas medidas que según la UE, resultan, en general, difíciles de justificar; motivo por el cual instan a los gobiernos europeos a adoptar iniciativas más relajadas, como limitar los días que una persona puede pasar en un apartamento y similares., entre otras propuestas.
En todo caso lo que se busca es crear una regulación centrada en la economía del compartir (que, por cierto, afectaría a varios sectores, tal y como puede deducirse de los ejemplos comentados); así como evitar las restricciones desmedidas. Otra de las cuestiones defendidas por el organismo es el sistema de valoración de quienes prestan servicios en estas plataformas, que, según la Comisión, constituye un punto clave en la seguridad de las utilidades.
Su iniciativa, sin embargo, volverá a alzar las protestas de los sectores comentados, que llevan meses protestando por esta clase de servicios –sobre todo porque Bruselas, además de tramitar las quejas, expedientará a aquellos países en los que encuentre medidas desproporcionadas-.
No obstante, resulta importante destacar que estas directrices –que se confirmarán el jueves- constituyen el primer paso para establecer un marco regulador común en torno a esta cuestión; algo que no puede ser más que positivo para los mercados implicados.
Vía | Fortune
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