OpenAI se encuentra ahora mismo en su época más dorada. No es para menos, pues desde que en 2022 mostraron las capacidades de su modelo de lenguaje con DALL-E 2 y ChatGPT, la firma ha crecido de manera exponencial hasta ser considerada uno de los máximos referentes en su campo.
Si bien comenzó como una organización sin ánimo de lucro en la que varios de sus miembros financiaron el proyecto (entre ellos Elon Musk y Sam Altman), la cosa ha cambiado mucho desde su fundación en 2015, ya que la compañía fundó una filial que sí persigue fines lucrativos. Esto para Musk ha sido una espinita clavada desde su marcha de la empresa en 2018, pues ni siquiera él se esperaba que la compañía pudiese enfrentarse de tú a tú con las grandes tecnológicas.
Musk subestimó OpenAI y admite "haber sido un idiota"
En una reciente entrevista para la CNBC, Elon Musk muestra grandes signos de arrepentimiento. De hecho, admite que cometió muchos errores, entre ellos el relacionado con su papel en OpenAI. Además, también da detalles sobre su antigua relación con Larry Page, cocreador de Google.
"Admito totalmente haber sido un idiota," aseguraba Musk cuando le preguntaron sobre haber tenido una mayor participación en OpenAI. El ahora dueño de Twitter admitió haber subestimado la rentabilidad de la compañía, aunque en aquella época parecía impensable que compitiese con Google. OpenAI hizo la transición a compañía con fines lucrativos en 2019, poco después de la marcha de Musk, y claro, esto solamente hizo ensalzar el asunto.
"Yo soy la razón por la que OpenAI existe," aseguraba Musk. "Joder, el destino ama a la ironía a otro nivel". "No existiría sin mí," insistía Musk. La compañía se fundó con dinero de varios empresarios, entre ellos Musk con 50 millones de dólares según él (aunque en anteriores declaraciones siempre decía que eran 100 millones). Sin embargo, una investigación de TechCrunch afirma que esa cifra podría ni siquiera llegar a los 15 millones de dólares, arrojando nuevas teorías sobre la fundación de OpenAI.
Musk afirmaba también que él fue el que propuso el nombre de OpenAI (Open de 'open-source', según explica), además de reclutar a científicos e ingenieros clave, como Ilya Sutskever, cofundadora de OpenAI y científica jefe.
Volviendo a su relación con Larry Page, según Musk, fue el que impulsó su decisión de crear una empresa que persiguiese "lo contrario a Google". Musk asegura que solía charlar en varias ocasiones sobre inteligencia artificial con Page, aunque según el magnate, éste "no se tomaba en serio los peligros de la IA". Y es que admite que el enfoque de Google sobre la IA "tiene un gran potencial para lo bueno, pero también para lo malo".
"Él quería crear una especie de superinteligencia digital, una especie de Dios digital si se quiere, lo antes posible", comentaba Musk sobre Larry Page. Según Musk, estas diferencias creativas fueron la semilla que hicieron levantar OpenAI, su idea de organización sin ánimo de lucro, abierta, y con el objetivo de competir con Google Deepmind.
Tras su marcha de la compañía, Musk ha criticado duramente a OpenAI en varias ocasiones, mostrándose además reacio a creer que sea legal el hecho de que una empresa pase de ser sin ánimo de lucro a tener motivación económica. La compañía recibió una importante inversión de Microsoft, la cual tiene una alta participación en la empresa, y principal razón por la que muchos de sus productos dispongan de herramientas basadas en inteligencia artificial como el nuevo Bing Chat, o la IA que nos acompañará en múltiples aplicaciones de Microsoft 365.
En base a esto, Musk admite estar preocupado sobre el rumbo de OpenAI. "Me preocupa que Microsoft tenga más control de lo que cree el equipo directivo de OpenAI". Sea como fuere, lo cierto es que tras habérsele escapado la oportunidad, ahora el único papel de Musk en OpenAI es el de espectador.
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