Japón ahora mismo está viviendo un gran problema para poder encontrar a gente que quiera trabajar. Se ha creado un auténtico cuello de botella en un país cuyos ciudadanos literalmente pueden llegar a fallecer trabajando o incluso buscar ayuda para renunciar a un trabajo. McDonald's es una de las empresas que está sufriendo esta falta de trabajadores y ha tomado una decisión que para los japoneses es muy importantes: ya no le importará cómo tengan el pelo los trabajadores.
Esto es algo que a priori puede parecer extraño. En España es fácil encontrar dependientes en esta cadena de comida rápida o en otro negocio que tiene el pelo de diferentes colores. Pero en Japón esto era algo que estaba restringido hasta ahora. McDonald's va a dejar ahora esta restricción de lado con la esperanza de que más personas puedan aspirar a los puestos de trabajo y tener una mayor mano de obra.
McDonald's rebaja sus exigencias para la Generación Z de Japón
De aquí para atrás McDonald's tenía un requisito muy claro para todas las personas que querían entrar a trabajar en el restaurante: tener un pelo que parezca natural. Algo que no es para nada extraño en este país, donde las buenas formas y la estética sobria y tradicional manda en las oficinas. Lo que se buscaba era tener una apariencia pulcra y por ello algo común es que todo el mundo vaya en traje a trabajar por ejemplo.
En el caso de los hombres, las recomendaciones pasan por tener el pelo corto, bien peinado y sin nada 'loco' como por ejemplo un estilo mohicano o un degradado muy marcado. Que en España es realmente común. En las mujeres ocurre exactamente lo mismo con peinados sencillos y sobre todo que no estén tintados con colores extravagantes. Esto hace que el pelo en rojo, en azul o en verde no este bien aceptado en la cultura japonesa.
Pero siempre puede haber un cambio en este pensamiento japonés si es necesario tener mano de obra. Es por ello que ahora McDonald's va a permitir tener una mayor diversidad en la plantilla laboral. Algo que todavía en empresas de mayor seriedad como el sector financiero es algo impensable de asumir.
En primer lugar, esta medida se probó en un establecimiento de Osaka. Tras ver que los japoneses no se escandalizaban porque una chica con el pelo de colores le daba su hamburguesa, lo aplicó a todo el país. Y el resultado fue el esperado: el aumento por tres el número de empleados.
Y aunque ahora hablemos de un restaurante de comida rápida, este cambio de filosofía va a tener que acabar llegando al resto de sectores. El hecho de que la población envejezca y la tasa de natalidad baje hace que la mano de obra no sea abundante y poner barreras en la forma de peinar o vestir hace que la bolsa de empleo a donde recurrir no sea muy abundante.
Imágenes | Pinterest Boshoku Muhammad Wafiy
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