En la Unión Europea, el asistente de Google, Alexa de Amazon y Siri de Apple son los principales asistentes de voz. Estas tres empresas, además, proporcionan sistemas operativos para dispositivos domésticos destinados al hogar inteligente, entre otros servicios.
Lo que, en la práctica según la Comisión Europea, significa que estas empresas determinan cómo los diferentes dispositivos y servicios pueden comunicarse e interoperar entre sí. Lo que podría suponer una práctica anticompetitiva y en esa dirección parecen apuntar los resultados preliminares de una investigación, sobre los que ha escrito la vicepresidenta Margrethe Vestager, iniciada hace aproximadamente un año y que aborda los asistentes inteligentes, otros dispositivos conectados a Internet y las respuestas de más de 200 empresas.
Preocupaciones sobre las restricciones para elegir asistente y la falta de interoperabilidad entre ellos
Alexa, Siri y Google Assistant son, como decíamos, los dispositivos con asistente de voz más populares en la Unión Europa y, en cuanto al mercado mundial, se espera que se duplique hasta los 8.400 millones de dispositivos en 2024, según estima Statista. Son, desde luego, parte del futuro.
Por este motivo, entre otros, Bruselas se ha puesto a investigar. "Vimos indicios de que algunas prácticas que conocemos demasiado bien pueden llevar a la inclinación y a la aparición de guardianes", asegura Vestager en su misiva publicada este miércoles. "Y a partir de los resultados preliminares publicados hoy, parece que nuestras preocupaciones son compartidas por muchos actores".
Es pronto para saber si la investigación y los resultados pueden desembocar en casos contra Amazon, Apple o Google por prácticas anticompetitivas, pero la vicepresidenta de la Comisión asegura que sus preocupaciones "son compartidas por muchos actores".
Estas preocupaciones son, en primer lugar, "los intentos de restringir el número de asistentes de voz accesibles en los dispositivos inteligentes". Una práctica que puede suponer que los fabricantes de dispositivos inteligentes instalen un segundo asistente de voz en un dispositivo y, con ello se restinga la capacidad de elección de los consumidores. También preocupa a Bruselas que los proveedores de asistentes de voz puedan asumir la relación directa con los usuarios, la enorme cantidad de datos que recogen y la limitada interoperabilidad entre los productos, servicios y tecnología de los distintos proveedores. Vestager lo explica:
"Esto [la falta de interoperabilidad, por ejemplo, entre Siri, Alexa y el asistente de Google] se debe, en parte, a la falta de normas comunes y a la prevalencia de la tecnología propietaria. La escasa interoperabilidad puede encerrar a los consumidores en el uso de dispositivos y servicios de uno o pocos proveedores principalmente. Esto reduce sus opciones y las posibilidades de cambiar fácilmente, lo que hace peligrar la competencia leal".
Lo que sigue es una consulta pública de 12 semanas que finaliza el 1 de septiembre y un informe final, con las conclusiones definitivas sobre la investigación iniciada hace poco menos de un año, que se espera en la primera mitad de 2022. Mientras llegan, Amazon ya se ha posicionado a este respecto y defiende que Alexa es compatible con más de 140.000 productos, como recoge Reuters, e impulsa la iniciativa Voice Interoperability Initiative junto con más de una treintena de empresas como Microsoft o Qualcomm. Apple y Google no se han adherido, aunque sí Facebook.
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