Windows 10 pronto dirá adiós, pero tengo buenos motivos para seguir con él. Esto es todo lo que ha recibido de Windows 11

  • El sistema de Microsoft lanzado en 2015 sigue convenciendo a gran parte de sus usuarios

  • Su fin de ciclo está programado para el 14 de octubre de 2025

Windows
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Microsoft confirmó hace un tiempo que Windows 10 iba a recibir pronto el tratamiento que reciben todos sus sistemas operativos cuando se aproximan a su fin de ciclo o ‘End of Life’. Concretamente, este fin de soporte está programado para el próximo 14 de octubre de 2025, y la versión actual, 22H2, será la última que goce este sistema operativo antes de quedarse desprovisto de actualizaciones de seguridad.

Dos años y medio después del lanzamiento de Windows 11, en mi equipo principal sigue instalado Windows 10. A esta decisión se han aferrado también muchísimos usuarios, ya que actualmente, el porcentaje de usuarios en Windows 10 sigue siendo notablemente superior al de Windows 11. En este artículo he querido explicar las razones por las que sigo en esta versión que, inevitablemente cuando se acerque el momento de final de ciclo, le acabaré diciendo adiós.

Windows 11, diseño con sabor agridulce y funciones que no enamoran

La experiencia nos ha demostrado todo este tiempo que nunca es buena idea actualizar a una nueva versión de Windows justo cuando ésta ha sido lanzada. Si ya las propias actualizaciones que vamos recibiendo cada varias semanas hacen temblar a nuestros equipos, saltar al vacío hacia una nueva versión de Windows es tener ganas de ser un early adopter cabreado.

Windows 1

Por prudencia y, en parte también por pereza (no nos vamos a engañar), he mantenido mi PC principal con Windows 10. Por motivos de trabajo, también dispongo de un portátil con Windows 11 que me permite conocer las últimas novedades del sistema operativo y también hablar de ellas en este medio. Sin embargo, en mi santuario, en el lugar donde disfruto buena parte de mi tiempo libre y de ocio, sigo con Windows 10.

Windows 10 llegó para olvidar el desastre de Windows 8 y que en buena parte se solventó con 8.1. Con el paso de los años hemos obtenido un sistema operativo que, sin ser perfecto, ha logrado ofrecernos cierta estabilidad mientras hemos gozado de todas las opciones que nos ha ido ofreciendo Microsoft a lo largo de estos años. La sensación es similar a la que ocurría con Windows 7, donde Microsoft desarrolló un sistema operativo que acabó gustando tanto a la mayoría de los usuarios que, muchos aún siguen en dicha versión a pesar de que hace años se terminó su soporte oficial.

Desde el lanzamiento de Windows 11, Microsoft ha estado siguiendo un desarrollo paralelo entre este sistema y Windows 10

A pesar de que llevamos dos años y medio desde el lanzamiento de Windows 11 y que prácticamente cualquier usuario con Windows 10 puede actualizar gratis a esta última versión del sistema operativo, me lo he estado tomando con calma. Mis exigencias no son nada del otro mundo… Tan solo busco un sistema estable que me permita trabajar y jugar, sacando partido a las capacidades de los componentes internos de mi PC.

Si bien Microsoft ha solucionado grandes problemas en Windows 11 que echaban para atrás a gran parte de sus usuarios, como el rendimiento en juegos, la inconsistencia en muchas de sus funciones, o la retirada de opciones que sí estaban disponibles en Windows 10, que la gente actualice sus equipos a una versión más reciente del sistema cuando “ya funcionan bien” es algo que a muchos usuarios les cuesta, sobre todo cuando todo lo que se ha estado escuchando de Windows 11 no ha sido precisamente positivo.

Windows 2 Snap Layouts de Windows 11

En lo que a mí respecta, Windows 11 se encuentra en un estado perfectamente capaz y que ni siquiera recomendaría a nadie instalar Windows 10 en un nuevo equipo aunque se tuviera la posibilidad. Entonces… ¿cuáles son mis razones para seguir en Windows 10? Bueno, son más bien personales, y como ya había citado antes, a muchos nos cuesta actualizar cuando todo funciona bien, y yo me incluyo en este grupo.

Algunas de las funciones que han llegado a Windows 11 también lo han hecho en Windows 10, como la llegada de la IA de Copilot a través de Edge o algunas mejoras en herramientas de Microsoft como Clipchamp. Sé que hay otras funciones que no están nada mal de Windows 11, como las pestañas en el Explorador de archivos, la nueva distribución de ventanas para un uso más productivo, o la actualizada herramienta de recortes, que ahora posee grabación de vídeo. Sin embargo, hasta el momento no me he topado con nuevas opciones tan sustanciales como para querer dar el salto a Windows 11.

Windows 3 Clover para las pestañas en el Explorador de archivos de Windows 10

Reconozco que hay algo que me gusta de Windows 11 y que a pocos parecen encantarles: el diseño de su menú de inicio y bordes redondeados. Con la llegada de este nuevo sistema operativo se abrió la veda a una nueva dirección de diseño, dejando atrás la interfaz Metro con bordes marcados y colores planos por un diseño más estético, redondeado y elegante. Lo malo es que este diseño no ofrece una consistencia real en todos los rincones del sistema, algo que me hace perder las ganas de querer actualizar.

Tampoco me encanta el nuevo Centro de actividades donde se encuentra el calendario, las notificaciones o los pequeños interruptores para activar o desactivar algunas funciones, ya que noto que se ha simplificado el diseño ahorrando funciones importantes como los eventos del calendario y más.

Windows 4

Además, sé que prácticamente todas las funciones nuevas de Windows 11 las puedo sustituir por pequeñas aplicaciones de terceros que hacen lo mismo en Windows 10, como Curtains para los bordes, FancyZones (disponible en PowerToys) o WinDivvy para la distribución de ventanas inteligente, o Files para las pestañas del Explorador de archivos. Sé que no es muy atractivo tener que descargar más aplicaciones para contar con estas funciones que en Windows 11 se incluyen de serie, pero le da mayor valor a lo que he mencionado antes sobre el hecho de que no haya visto ninguna función trascendental en Windows 11.

Desde el lanzamiento de Windows 11, Microsoft ha estado siguiendo un desarrollo paralelo entre este sistema y Windows 10, ya que todavía hay una gran base de usuarios en el último mencionado. Esta estrategia ha llevado a Microsoft a intentar atraer a más usuarios a Windows 11 mediante gigantescos banners o funciones exclusivas de algunas de sus herramientas y opciones, mucho me temo que en vano.

A pesar de ello, estoy seguro que Microsoft acabará optimizando Windows 11 hasta cotas muy cercanas o similares a Windows 10. Lo ha estado demostrando durante los últimos meses, y aunque todavía quede margen de mejora, me quedo tranquilo con que, una vez finalice el soporte oficial para Windows 10 en 2025, podré pasar a un sistema operativo estable y corregido. Eso si no llega Windows 12 antes.

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