El azar quiso que Laurene Powell Jobs llegara tarde a una conferencia en la que Steve Jobs era el principal ponente, lo que propició que se sentaran juntos. Sería la primera de otras muchas veces: tuvieron 22 años para hacerlo antes del fallecimiento del creador de Apple. Cuando Steve Jobs murió, su herencia se repartió precisamente entre Laurene y la hija de la anterior relación de Jobs, Lisa.
Laurene Powell Jobs heredó principalmente las participaciones de Steve Jobs en Apple y Disney, con un montante aproximado de 10.000 millones de dólares. Antes de conocer al creador de Apple, Laurene ya era una exitosa mujer de negocios, así que la gestión de esa cantidad no solo no le abrumó, sino que tenía claro su destino: 'No me interesa construir sobre el legado de una herencia y mis hijos lo saben. Steve no estaba interesado en eso. Si vivo lo suficiente, esa herencia se terminará conmigo'.
Una misión: donar 3.500 millones de dólares en la próxima década
Dicho y hecho: Laurene Powell Jobs gastará toda la herencia de Steve Jobs y lo destinará a la filantropía.
La carrera de Laurene Powell Jobs ha sido tan meteórica como sus fondos. Esta licenciada en Ciencias políticas con un master de negocios en Stanford cuenta con su propia empresa de alimentación saludable y a lo largo de estos años ha hecho inversiones de impacto para impulsar proyectos sociales y de cuidado al medioambiente sin que su fortuna se vea afectada.
Para hacernos a la idea de cuantísimo invierte en proyectos filantrópicos, aunque las acciones de Disney y Apple han multiplicado por diez su valor en la última década, la fortuna de la viuda de Jobs se estima en unos 14.000 millones de dólares. Y además lo hace por libre, desligada de otros proyectos de otros magnates de la tecnología que han seguido la misma senda, como el The Giving Pledge de Bill Gates y Warren Buffet.
Desde que Steve Jobs nos dijo adiós, su viuda ha iniciado dos fundaciones benéficas: el proyecto de educación Emerson Collective para colectivos en riesgo de exclusión y Waverley Street Foundation, centrada en la protección de personas vulnerables frente al cambio climático. La idea de Laurene Powell Jobs pasa por invertir invertir 3.500 millones de dólares en la próxima década solo en este último proyecto. Lo explica así:
Heredé mi riqueza de mi esposo, a quien no le importaba acumularla. Hago esto en honor a su trabajo y he dedicado mi vida a hacer todo lo posible para distribuirlo de manera efectiva, ayudando a las personas y las comunidades de manera sostenible.
Eso sí, la filantropía no es el único destino de su fortuna, que también disfruta de la vida recorriendo Mallorca con su yate familiar el Venus, valorado en 120 millones de dólares. Mientras tanto, los tres hijos de la pareja tienen su carreras profesionales muy bien encaminadas y lejos de la fama.
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