Mientras preparaba sus vacaciones, un excursionista vio algo extraño en Google Maps. Concretamente una estructura esférica que encontró inusual.
Se trataba, aparentemente, de un agujero enorme. Decidió investigar más y descubrió un anillo que rodeaban el lago Marsal, a unos cien kilómetros al norte de la ciudad de Magpie, Quebec. Tras ello, decidió pedir ayuda profesional para resolver este misterio. Las imágenes muestran una estructura redonda de unos quince kilómetros de ancho.
Google Maps ya nos ayudaba a evitar multas, y ahora se acaba de destapar como herramienta para potenciales descubrimientos geológicos.
Varios expertos se han implicado
El primer paso de nuestro protagonista fue contactar con el geofísico Pierre Rochette del Centro de Investigación en Geociencias Ambientales (CEREGE) en Francia para que lo ayude a identificar la estructura. Y, según la historia compartida, el experto también quedó sorprendido.
Por el momento, la hipótesis más probable es que pueda ser un asteroide proveniente del espacio, según las investigaciones. Cabe decir que las personas que decidieron que acudirían al lugar descubierto a través de Google Maps son un grupo de científicos que incluso barajaron que podría ser un planeta.
El geofísico reunió a un equipo científico y fueron todos al lugar para estudiar lo que mostraba la aplicación de Google. El geofísico y sus colegas examinaron la zona más de cerca y ahora creen que el anillo que rodea el lago puede haber sido clasificado erróneamente en el pasado. “Esta formación, interpretada como una formación de diatremas volcánicas llamadas brecha de Marsal, está en una zona desprovista de magmatismo post-grenvilliano (...) corresponde en realidad más bien a una roca fundida pobre en clastos procedente del fondo del cráter, bastante similar a los casos de Mistastin y Janisjarvi”.
Si se confirma que se formó por el impacto de un meteorito, el cráter podría ser un hallazgo importante, ya que el último de este tamaño se encontró en 2013. Los investigadores presentaron el análisis en la 86.ª Reunión Anual de la Sociedad Meteorítica de 2024.
Según recoge Vice, "los cráteres de impacto se forman cuando objetos como asteroides o meteoritos chocan contra la superficie sólida de un planeta, creando una abolladura".
Qué se ha descubierto
Al examinar muestras tomadas del sitio, el equipo identificó silicatos, abundante magnetita, sulfuros y circones, todos indicios de roca derretida por el impacto. Basándose en los niveles de erosión, estiman que el impacto pudo haber ocurrido hace entre 450 y 38 millones de años.
Según la NASA, un cráter de impacto se forma cuando un meteorito choca contra la superficie de un planeta a miles de kilómetros por hora, impulsado por ondas de choque que derriten y recristalizan la roca.
Los estudios preliminares de las muestras del lugar sugieren que al menos una de ellas contiene circón, un mineral que suele formarse bajo la intensa presión y el calor del impacto de un meteorito.
Los investigadores sospechan que el cráter podría haberse formado hace entre 38 y 450 millones de años. Según los científicos, más de 30 de los 200 cráteres conocidos actualmente en todo el mundo se encuentran en Canadá.
Imagen | Google Maps
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