La llegada de la inteligencia artificial al gran público ha puesto patas arriba algunas utilidades demostrando que los grandes modelos de lenguaje hacen falta como el comer en otras herramientas y no hay mejor ejemplo que los asistentes de voz: tengo a Siri, Alexa y Google Assistant repartidos en mi casa y lo que más echo de menos es que se vitaminen con IA para que me entiendan tan bien. Hay utilidades donde la inteligencia artificial saca pecho, es el caso de los resúmenes de textos y las traducciones. Ya comprobamos que los modelos de IA brillaban frente al software de traducción clásico y hoy vamos un paso más allá: enfrentamos de tú a tú a dos productos de Google: su modelo de inteligencia artificial Bard con el traductor Google Translate. A priori, Google Translate juega en casa, porque la batalla será de traducción, pero el potencial de Google Bard apunta alto.
Requisitos para una buena traducción
No está de más refrescar que traducir es algo más que coger las palabras de un idioma y limitarlas a llevarlas a otro. La meta es transferir el significado de un discurso a otra lengua manteniendo su significado principal y sus matices.
Así, debemos huir de traducciones literales en favor de conservar el significado sin perder el tono, el contexto y las connotaciones culturales. No es casual que la carrera se llame traducción e interpretación
Que una herramienta traduzca de forma automática entraña cierto riesgo, ya que las estructuras varían en función del idioma. Así, por ejemplo mientras que en castellano las formas verbales cambian para cada pronombre personal, en inglés esencialmente solo hay variaciones entre la tercera persona del singular y el resto.
Y ya para nota: entender el contexto y lo coloquial, ya que no es lo mismo decir "buah, me muero" cuando alguien te obsequia un coulant recién hecho que cuando te da un infarto. Asimismo, las modas y los juegos de palabran suponen todo un desafío.
Expresiones idiomáticas y coloquialismos
Las frases idiomáticas, cogidas de forma literal, tienen un significado muy diferente a lo que quieren decir en realidad (o directamente, son absurdas). No obstante no ofrecen lugar a dudas, ni para la persona que emite el mensaje ni para quienes hablan el mismo idioma, para ese conjunto el significado es claro e inequívoco.
Hemos empezado con una frase bastante sencilla: 'Después de que se le rompiera el pantalón, se puso como un tomate.'
Para empezar, mientras que Google Translate ofrece la traducción sin más, Bard proporciona un par de líneas a modo de explicación, que en este caso nos viene de cine para entender la expresión idiomática. Pero es que además, ofrece una expresión equivalente en inglés. Sin embargo, el traductor de Google traduce literal.
A lo largo de nuestras pruebas hemos comprobado que Bard entiende la expresión y traduce respetándola, pero al traductor de Google es fácil colarle goles por la escuadra tan vergonzosos como este:
' Como sigas molestándome, te meto una leche'
Hemos probado otras frases como 'He intentado arreglar el smartwatch de mil formas diferentes, pero no hay tu tía' o 'Cuando pensaba que sus compañeros no le escuchaban, demostró no tener pelos en la lengua'. En nuestras pruebas Google Bard ha dado siempre en el clavo, pero Google Translate ha fallado al menos la mitad de las veces. Que además ofrezca una explicación es un plus de lo más interesante para aprender otro idioma.
Siguiendo con expresiones diferentes de lo literal, los coloquialismos son expresiones o palabras empleadas en un contexto informal. No son errores, sino un uso diferente. El punto anterior anticipa mejores resultados de Bard, algo que se constata con ejemplos como 'Después de que ellos pagaran varias rondas, me tocó a mí soltar la gallina.'
En coloquialismos y expresiones idiomáticas, Google Bard gana por goleada.
Precisión
A veces puede haber pequeñas variaciones entre el texto original y el traducido, pero que estas tengan un gran impacto en el significado. Probamos con un refrán clásico del castellano 'Mas vale maña que fuerza' y procedemos a traducirlo al inglés.
Ambas herramientas son capaces de entender el significado y traducirlo, aunque Bard emplea una estructura más limpia y natural. Probamos con otro refrán que a título personal siempre me ha dado cierto dolor de cabeza, porque no sé cuál es la buena y cuál la mala: 'una de cal y otra de arena'.
Mientras que Google Translate se casca una traducción literal, Bard proporciona una traducción que puede servir en algunos escenarios. Hay quien la traduce como 'one good and one bad' o 'the bitter with the sweet' o 'life has its ups and down'.
Volvemos al ejemplo inicial de la sección, le damos una vuelta y probamos con un refrán en euskera que viene a significar lo mismo 'Asko balio du indarrak, gehiago buru azkarrak' (una traducción rudimentaria sería algo como 'la fuerza vale mucho, pero más tener una cabeza rápida'). Ojo porque se vienen cositas:
Google Translate lo traduce al revés, por lo que si nos guiamos por este software, estaremos entendiéndolo mal. Pero Bard todavía está más verde, ya que no soporta el euskera. Aviso a navegantes: Google Bard está disponible en 40 idiomas, como el castellano, el alemán o el chino, pero no en euskera, gallego o catalán (aunque Google está previsto que llegue en un futuro próximo), algo a tener en cuenta para traducciones.
Mezcla de idiomas
En los últimos tiempos, el uso de palabras de otros idiomas se han disparado en el lenguaje coloquial to the limit. Y ese hábito, más común si cabe dentro de letras de hits actuales, pueden complicar la labor de traducción a las dos herramientas que estamos comparando.
Empezamos con una fácil: 'Por un lunes largo que se hace fatal, pero llega el viernes y me siento high' (extracto de la canción Las babys, de Aitana) del castellano al inglés:
Es bastante común que el extranjerismo provenga del inglés, así que vamos a dar una vuelta de tuerca y traducir una frase con un par de palabras en diferentes lenguas: 'Mon amour, no me importa que haya tanto hate.'
Nota: en ninguna de las dos herramientas he especificado el idioma de origen y sí el destino, que será inglés.
Cuando Google Translate detecta el idioma, es capaz de comprender todo salvo la expresión incrustada en francés, sin embargo Google Bard demuestra no tener problema con el popurrí de idiomas, traduciendo todo el conjunto correctamente.
¿Quién traduce mejor: Google Bard o Google Translate?
A estas alturas de la película, ya sabemos quién es "el malo": si el idioma a traducir está incluido en ambos softwares, Google Bard demuestra ser superior a la hora de entender, adaptar y ofrecer alternativas en texto estándar, frases hechas, refranes y hasta la mezcla de idiomas frente a Google Translate. Por lo que si buscas los mejores resultados, paradójicamente es mejor olvidarse del traductor de Google en favor de su modelo de lenguaje por IA.
La única excepción son los idiomas que todavía no ha aprendido Google Bard, que no son pocos ni nos pillan lejos: servidora sigue avanzando en el aprendizaje del euskera y a día de hoy lo que más usa son diccionarios euskera- castellano.
Portada | Foto de Mitchell Luo en Unsplash y pantallazos propios
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