La productividad es un término que preocupa tanto a las empresas como a los empleados. Se usa para justificar nuevas decisiones en las dinámicas laborales o para probar nuevas modalidades de empleo que, efectivamente, puedan mejorar el rendimiento.
Muchos trabajadores incluso han hablado de cómo sienten que, por mucho que hagan, nunca acaban de sentirse lo suficientemente productivos y esto se ha bautizado como dismorfia de la productividad.
Pues un nuevo estudio psicológico ha descubierto algo muy interesante: si te enfadas en tu trabajo, no deberías sentirte culpable, ya que aunque todas prefiramos sentirnos felices y en paz, los sentimientos negativos como la ira puede ser un gran motivador para la productividad y el cumplimiento de nuestras metas.
Por qué el enfado nos hace más eficientes
La Asociación Estadounidense de Psicología llevó a cabo una encuesta entre más de 1.000 personas que estuvieron expuestas a experimentar una emoción específica, como alegría, ira y tristeza para ver sus efectos sobre el desarrollo de su trabajo.
Como conclusión principal, publicada en el Journal of Personality and Social Psychology, la ira generalmente provoca el mejor desempeño laboral en comparación con otras emociones. También en otros aspectos. Por ejemplo, si hablamos de las elecciones, la gente enfadada tiene más probabilidad de decidir ir a las urnas a votar.
Recuerdan los autores del estudio que "la gente suele creer que un estado de felicidad es ideal y la mayoría de las personas consideran la búsqueda de la felicidad como un objetivo importante en la vida" y que sin embargo, investigaciones recientes han dejado claro que una combinación de emociones, que incluye estados negativos, resulta en la mejor resultados. El motivo es que las emociones funcionan para responder al objetivo y a los desafíos.
La ira fue seleccionada como la emoción objetivo en el actual investigación porque frecuentemente se discute como una emoción que debe ser regulada o controlada. El enfado surge cuando se obstruye una meta e incluso se usa para eliminar una frustración. También si te obstruyen tus objetivos es común el enfado.
Los participantes tuvieron que realizar diversas tareas, incluida la resolución de acertijos de palabras o jugar un videojuego desafiante para levantar diferentes emociones en ellos. En todos los experimentos, la ira mejoró la capacidad de las personas para alcanzar sus objetivos en comparación con una condición neutral en las situaciones desafiantes.
En algunos casos, se asoció con mayores puntuaciones o tiempos de respuesta más cortos. Otros sentimientos como el deseo y la diversión también mejoraron el rendimiento.
El enfado nos ayuda a tener conversaciones incómodas
A este respecto, Nicola Kemp, facilitadora de Good Shout, dijo sobre estos resultados que hay que tener en cuenta que "el desafío, particularmente para las mujeres en el lugar de trabajo, es que estamos programadas para entrar en modo de “huir o luchar” en lugar de reconocer que nuestra propia ira es natural" y que ese miedo nos impide tener conversaciones incómodas, lo que impide avanzar.
En este estudio en particular, se ha concluido que la ira aumenta el esfuerzo para lograr una meta deseada, lo que frecuentemente resulta en un mayor éxito. De todos modos, hay que tener cuidado con los enfados, tanto para nuestro bienestar como con las reacciones que podemos tener y dicen los psicólogos que esto funciona para la ira de corta duración.
La psicóloga de la Universidad de Nueva York, Yamalis Díaz, dijo: "hace tiempo que se entiende que cuando alguien está un poco activado por las hormonas de excitación/estrés, como la adrenalina y el cortisol, agudiza la atención y la concentración, mientras que una exposición excesiva o prolongada a estos sentimientos puede ser perjudicial para el funcionamiento cognitivo.
Imagen | Foto de Priscilla Du Preez 🇨🇦 en Unsplash
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