La historia de la tecnología está repleta de detalles curiosos sobre los que no nos paramos a reflexionar porque siempre los hemos visto como algo cotidiano o porque, sencillamente, nunca nos hemos fijado detenidamente en ellos. Uno de estos fenómenos es el diseño del cursor del ratón, esa pequeña flecha que nos acompaña en cada sesión de uso de nuestro PC.
¿Te has preguntado alguna vez por qué el cursor está inclinado hacia la izquierda y no simplemente apunta hacia arriba? O, mejor aún, ¿por qué (en Windows, al menos) es asimétrico? Todo tiene su explicación, tranquilos.
Me inclino (ante tu ingenio)
La historia del cursor del ratón comienza en 1981 con Douglas Engelbart, ingeniero de Xerox e inventor del propio ratón... que unos años antes se había convertido en el primero en mostrar al mundo algunas de las bases de la informática actual (ventanas, gráficos, hipertexto, procesador de texto, edición colaborativa, enlaces de archivos y videoconferencia) en lo que se denomina desde entonces 'la Madre de todas las Demos'.
Originalmente, el cursor diseñado por Engelbart era una simple flecha apuntando hacia arriba. Sin embargo, este diseño vertical pronto demostraría adolecer de claras limitaciones técnicas y de usabilidad, especialmente si tenemos en cuenta la baja resolución de las pantallas de esa la época:
- Visibilidad: En las pantallas de baja resolución de los primeros días de la computación gráfica, un cursor vertical era difícil de distinguir y podía confundirse fácilmente con otros caracteres o elementos gráficos. La inclinación ayudaba a que el cursor se destacara, facilitando su localización por parte de los usuarios.
- Usabilidad: La inclinación del cursor mejora la precisión al seleccionar objetos en la pantalla. Al estar inclinado, la punta de la flecha permite una selección más exacta, algo que una forma vertical o cuadrada no podría ofrecer con la misma eficiencia.
- Procesamiento visual: Desde una perspectiva de la cognición visual, los seres humanos procesan más fácilmente objetos y formas que se desvían de las orientaciones verticales y horizontales comunes en nuestro entorno. Un cursor inclinado se distingue más rápidamente en el vasto paisaje de información visual de una pantalla.
- Optimización técnica: En los primeros días de la informática, la inclinación del cursor también ofrecía una ventaja técnica. Simplificaba los cálculos de posición para los programadores, ya que la punta de la flecha, siendo el origen del bitmap del cursor, facilitaba el seguimiento y la precisión al hacer clic.
La pesadilla de los perfeccionistas
Hace unos años, empezó a difundirse en redes una imagen que denunciaba la apariencia asimétrica del cursor de Windows 10, contrastándola con la apariencia de su equivalente de MacOS. El 'defecto', en el que pocos parecían haber caído antes a pesar de pasarse el día usándolo, resultaba obvio cuando el cursor se ampliaba notablemente y unas líneas rojas ayudaban a visibilizar la asimetría entre punta y cola del cursor.
Sin embargo, no se trataba de ningún defecto, sino de algo totalmente intencional. La razón de ello la explicaba el usuario Markus Dittrich en Reddit: el equilibrio óptico no siempre coincide con el geométrico, y en ocasiones hay que realizar diseños desiguales para que el ojo pueda apreciar simetría.
En este ejemplo proporcionado por Dittrich, se aprecia que, cuando la línea horizontal como la vertical tienen el mismo ancho, la línea horizontal se mostrará a nuestra vista como "más gruesa" que la línea vertical. Por lo tanto, un diseño ópticamente equilibrado hará que la barra horizontal sea más delgada para parecer simétrica.
Puede parecer una locura, pero, de ser así, es una locura que suscriben tanto Google como Nintendo.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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