Que los precios de los alojamientos en el mercado del turismo oscilan tremendamente de un site a otro y que la forma de programar nuestros días de asueto ha experimentado un cambio significativo durante la última década, es una realidad innegable que se plasma en viajes paquetizados, seguros online, buscadores especializados, y otras plataformas de gestión del ocio que se remozan.
Una de las más populares en este contexto es Airbnb, un servicio de alquileres vacacionales que, precisamente, cuenta con un algoritmo muy útil a la hora de fijar sus precios y cuyo funcionamiento ha despertado nuestra curiosidad. Pero ¿cómo funciona?
Airbnb te sugiere la cifra ideal
Así y aunque inicialmente los usuarios establecían el precio por el que ofrecían su inmueble haciendo una búsqueda manual de anuncios similares y analizando su potencial competencia (a no ser que tuviesen una idea muy clara); desde junio de este mismo año, el site ha empezado a ponérselo un poco más fácil a sus clientes.
Lo ha hecho de la mano de un algoritmo que detecta automáticamente aquellos alquileres que se asemejan al nuestro en función de sus características, ubicación y otros parámetros; un compilación de la que se sirve el sistema para recomendar la cifra más apropiada.
Una sugerencia dinámica y cómoda cuya puesta en marcha no ha resultado nada fácil, pues no solo el listado de propiedades goza de una extensión notable, sino que estas se clasifican teniendo en cuenta variables tan diversas como el perfil del arrendador, el número de habitaciones y camas, el vecindario, las comodidades, etcétera.
Cómo funciona el algoritmo
Cuando un cliente añade un alojamiento nuevo en el sistema, este comienza extrayendo los atributos clave del perfil; unas características que emplea para hallar otros pisos similares en la misma zona. Para hacerlo, tiene en cuenta el éxito de las reservas, la estacionalidad, la demanda, el precio medio, y el área geográfica, entre otros. Unos valores que pueden agruparse en similitud, novedad y ubicación, tres grandes pilares del algoritmo.
De esta manera, para recabar información sobre el parecido, se miden el número de camas del espacio, si se trata de una propiedad entera o de una habitación, la clase de vivienda (casa, apartamento, castillo, piso, loft) y la cifra de comentarios. Estos últimos nos brindan un dato sorprendente: la mayoría de clientes está dispuesto a pagar una prima por aquellas cuentas que gocen de un gran número de ellos, un hecho que no sucede en otros portales.
Respecto a la novedad y la ubicación, esta primera se encuentra estrechamente ligada con la demanda estacional, pues no cuesta lo mismo reservar en la costa durante el verano que hacerlo en pleno enero. Para estimar la segunda, el algoritmo se vale de un cartógrafo de gran precisión que crea “definiciones espaciales concretas” y que recaba datos sobre las infraestructuras, las conexiones, carretera y medios de transporte.
Aerosolve: el software
El recién estrenado sistema que nos atañe, en concreto, se basa en el nuevo software de Airbnb, una herramienta de código abierto (presente en GitHub llamada Aerosolve y que usa, principalmente, Java y Scala para clasificar y ordenar el contenido de la página.
Según fuentes de la compañía, “el destino de esta biblioteca” es “ser empleada de modos muy distintos y con múltiples variaciones; con “parámetros interpretables como los que habitualmente se encuentran en las búsquedas (palabras clave, filtros, etcétera) y similares.
Por ejemplo, ciertas imágenes tienen más éxito que otras a la hora de inducir a la reserva. Aunque es probable que tal afirmación te haya hecho pensar en aquellas de mayor calidad, nada más lejos, pues aunque las que gozan de gran luminosidad y prestaciones técnicas son las preferidas por los profesionales, los particulares se siente atraídos por otra clase de fotografías “más acogedoras”.
A pesar de las mejoras (en las que trabaja desde 2012), todavía existen algunas limitaciones y parámetros que Airbnb es incapaz de controlar. Por ejemplo, su forma de proceder resulta ineficaz cuando la plataforma carece de alojamientos similares e incluso cuando existen demasiadas opciones (como las que dan mercados tan desarrollados como el de Londres, Tokio y París). Además, seguro que se os ocurren diversas prestaciones que podrían mejorar vuestra experiencia en la red protagonista de nuestro artículo.
Debes saber, asimismo, que el algoritmo de Airbnb no es único en su especie, ya que otras entidades del mercado tecnológico como EBay, por ejemplo, se valen de la talla de métodos muy similares para conocer a cuánto vende la competencia.
Via | IEEESprectrum
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