En la actualidad, la informática está tan integrada en nuestra vida diaria que resulta difícil imaginar un mundo sin ella. Sin embargo, en 1981, la situación era muy distinta: la expansión de la tecnología informática estaba apenas comenzando, y con ella, empezaban a surgir tanto las dudas sobre su utilidad como los temores sobre su impacto en la sociedad.
Un ejemplo paradigmático de este escepticismo se dio en febrero de 1981, cuando un fallo en un ordenador durante las pruebas previas al lanzamiento del transbordador espacial Columbia de la NASA sembró dudas sobre la fiabilidad de la apuesta por la tecnología informática.
Y fue en ese contexto cuando un joven CEO, un tal Steve Jobs, emergió en las pantallas televisivas de los estadounidenses como el gran defensor de esta nueva tecnología, con una intervención que (según muchos) terminaría siendo fundamental para la aceptación generalizada de los ordenadores en la sociedad.
Un ordenador ha fallado, critiquémoslos a todos
El 24 de febrero de 1981, durante las pruebas de ignición de los motores del transbordador Columbia (que en ese momento aún no había salido nunca al espacio), uno de los ordenadores encargados del control de la misión en tierra falló, impidiendo que la fase de ignición comenzara como estaba previsto.
Aunque el incidente fue controlado y no afectó la misión final, programada para el 12 de abril de ese año, el fallo generó una ola de escepticismo hacia la informática: no eran pocos los que se preguntaban si era sensato confiar tanto en esas máquinas (que habían sido innecesarias, recordemos, durante las primeras misiones en el espacio).
La reacción no se hizo esperar: los medios de comunicación se hicieron eco de las preocupaciones sobre la creciente dependencia de los ordenadores (y no sólo en campos como la exploración espacial); y en programas televisivos de actualidad, como el icónico 'Nightline' de ABC News, se puso sobre la mesa la cuestión de si los ordenadores podrían llegar a controlar nuestras vidas en lugar de ayudar a mejorarlas.
Hoy tenemos en el plató a un tal Steve Jobs
En medio de este particular clima de opinión, Steve Jobs, cofundador de Apple y ya un visionario a sus 26 años, fue invitado a participar en 'Nightline' para defender la informática y su potencial en una entrevista con el presentador Ted Koppel, durante la cual Jobs no sólo respondió a las críticas, sino que expuso con convicción una visión del futuro en la que los ordenadores serían herramientas esenciales para la Humanidad.
Durante la entrevista, Jobs utilizó una de sus metáforas más célebres, describiendo a los ordenadores como "la bicicleta para nuestras mentes". Con esta frase, Jobs ilustraba cómo la informática podía amplificar la capacidad intelectual del ser humano, permitiendo a las personas alcanzar nuevos niveles de creatividad y eficiencia.
Para Jobs, los ordenadores no eran simplemente máquinas para tareas específicas, sino instrumentos que podían transformar la sociedad de manera similar a como lo hizo la revolución industrial. El verdadero peligro no residía, por tanto, en los ordenadores en sí, sino en la falta de comprensión y educación sobre su uso.
Cuando Koppel le preguntó sobre el temor de que los ordenadores pudieran llegar a controlarnos, Jobs fue tan irónico como categórico:
"El producto que fabricamos sólo pesa 5 kilos, y si la relación con él no va bien, puede tirarlo por la ventana".
Imagen | Marcos Merino mediante IA + Logo de la NASA
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