Durante las últimas décadas, numerosos estudios han puesto de manifiesto y confirmado la influencia positiva que es capaz de ejercer la música sobre los más pequeños. Un influjo que tiene que ver con aspectos tan variados como el desarrollo de su cerebro, la mejora de su memoria y concentración, el fortalecimiento del aprendizaje y otros aspectos en los que tienen cabida la estimulación de la creatividad y el perfeccionamiento de su forma de expresarse, entre otros.
Unos beneficios que favorecerán su crecimiento y les convertirán en unos adultos más preparados, y un arte del que disfrutarán tremendamente. Para introducirlos en la materia y fortalecer estas capacidades hemos seleccionado una serie de herramientas muy útiles que les permitirán aprender a identificar acordes, leer pentagramas, conocer la duración de las notas y un largo etcétera que ya puedes suponer.
Rompecabezas auditivo
Como su propio nombre indica, Rompecabezas auditivo pone a nuestra disposición una serie de audio-puzzles, es decir, lo que hace es diseccionar un fragmento conocido de una obra clásica (en nuestro caso nos hemos topado con la V Sinfonía de Beethoven) en diferentes partes. Unas piezas que deberemos unir en el orden que corresponde.
Lo mejor es que no resulta tan sencillo como parece, sino que es necesario oír la pieza varias veces. También existe la posibilidad de incrementar la dificultad. La única pega es que no podemos avanzar o retroceder dentro de las fichas. En cuanto sepamos el orden correcto tendremos que arrastrarlos a las casillas superiores.
Jolly Music
Enfocada para profesores de música, Jolly Music es una herramienta que les permitirá enseñar a sus alumnos –de preescolar y primaria, principalmente- de manera más sencilla y divertida. En concreto, se trata de un programa multisensorial que se estructura progresivamente y que trata diferentes habilidades musicales.
Eso sí, funciona con el canto, un rasgo que hace posible que todos participen sin necesidad de saber tocar un instrumento. Entre los materiales utilizados, el método emplea libros ilustrados y CDs de audio con las distintas instrucciones. Eso sí, está en inglés.
Let’s go to the Opera
Let’s go to the Opera, por otra parte, fue creada con la finalidad de introducir a los niños en la historia de este género. Disponible para Android e iOS, plantea su trayectoria y asistencia como una auténtica diversión “sembrada de secretos”. Durante su ejecución, el escolar acudirá a una visita guiada y descubrirá “los secretos más íntimos del funcionamiento del teatro”. En esta aplicación tienen cabida desde cantantes, bailarines, hasta luces y escenografía. Curiosa.
Discapnet
Dedicada a aquellos niños que padecen algún tipo de discapacidad, Discapnet es un proyecto estructurado en 12 cursos online en los que se tratan cuestiones teóricas del lenguaje musical, pero también otras como la interpretación, composición, y demás aspectos. Una iniciativa pensada para que se familiaricen con la música y empiecen a cogerle el gustillo.
Destacamos el curso de educación auditiva, el taller sonoro de musicoterapia, la clase de interpretación y la de composición electroacústica, que sirven para ilustrar lo dinámico de esta herramienta así como su vigencia. La iniciativa cuenta con el respaldo de la Fundación ONCE.
Lecciones ilustradas de la historia de la música
Un tanto distinto es Lecciones ilustradas de la historia de la música; un espacio de YouTube que incluye precisamente esto: una infografía dibujada de manera divertida de la evolución a lo largo de los siglos de esta disciplina. Un relato que dura poco menos de siete minutos y al que erece la pena dar un vistazo. Para los más veteranos, recuerda tremendamente a aquello que hizo Forges con su tomo Historia de Aquí. Además, la reproducción se acompaña de sonidos y piezas de cada periodo.
MusiQuest
Esta app para iOS va más allá que la mayoría de las anteriores y permite a los más pequeños aprender algo más que cuestiones básicas sobre melodías. Por ejemplo, aborda progresiones de acordes, incluye información sobre múltiples estilos musicales y compositores, les permite crear y reproducir su propia música, incluye múltiples instrumentos, etcétera.
Además, cuenta con el apoyo de la National Science Foundation y permite aprender a leer y escribir música de manera tradicional pero también mediante técnicas digitales. Cuenta con diversas versiones y constituye una de las herramientas más completas a la hora de sentar unas bases sólidas en lo que al conocimiento musical atañe.
Monkey Music
También en inglés, Monkey Music es una página web interactiva dirigida a niños de entre tres meses y cinco años. Su objetivo es el de promover el aprendizaje musical como un método que permitirá a estos pequeños desarrollar todo su potencial de cara a un futuro. Así, estimula varios aspectos como la coordinación, la audición, etcétera.
Además, se ajusta perfectamente a cada grupo de edad y dispone de niveles específicos. Por ejemplo, Rock´n’roll está dirigido a infantes de entre tres y 12 meses y se centra en la “experiencia sensorial”; mientras que heigh-ho está pensado para los que ya han cumplido el año e incorpora juegos, bailes y demás. Por último, jiggety-jig es para los que tienen entre dos y tres años e introduce la composición de cuentos musicales y el canto.
Pelayo y su pandilla: la Música
Con una caligrafía y estilo al más puro estilo de los cuadernillos Rubio, Pelayo y su pandilla es una aplicación que brinda a los benjamines del hogar distintas opciones en esta lección dedicada a la música: atender, jugar, ver, oír y tocar.
Unas posibilidades centradas en el aprendizaje y unos apartados organizados por pestañas en los que encontraremos historietas como la de El Flautista de Hamelín, instrumentos para colorear y otros recursos. Eso sí, no todos están centrados en la disciplina que nos atañe.
Little Fox Music Box
Diseñada por la artista Heidi Wittlinger, se trata de una de las apps más populares de este tipo. Así, y sustentada en unos gráficos deliciosos, Little Fox Music Box (lo que vendría a ser la caja de música del pequeño zorro) cuenta con tres canciones y tres temas en los que es posible interactuar.
Algo que, a simple vista, parece quedarse corto, pero que incluye más de 100 acciones distintas. Entre las opciones encontramos la posibilidad de grabar canciones, acompañarlas de una orquesta muy particular, etcétera. Se encuentra, eso sí, únicamente disponible en alemán e inglés y ronda un precio de 3 euros.
Sing Up
Útil para alumnos y profesores, Sing Up es una aplicación que fomenta una “buena educación musical”. Para ello pone a disposición de los interesados un banco de canciones para todos los gustos, así como información variada, consejos para el aula, noticias de actualidad y artículos diversos.
Eso sí, para acceder a todo el catálogo deberás abonar una cantidad que ronda entre los 60 y los 210 dólares, en función del tipo de suscripción, empresa y uso. También puedes probar 10 canciones de manera gratuita, aunque lo cierto es que el abanico de posibilidades se queda bastante limitado. El pago, asimismo, implica planes y proyectos musicales, formación digital, obras de teatro, rangos de calificaciones, planes y otras sugerencias.
Instrumentos Musicales Niños
También de pago –cuesta 0,99 euros-, Instrumentos Musicales Niños es una aplicación en español que aprovecha los principios del clásico juego Simón. Durante la partida suenan y se animan distintas secuencias musicales que el pequeño deberá repetir; unas piezas en las que participan hasta 32 instrumentos distintos. Además, existen diferentes niveles de dificultad, pues la app está pensada para niños de entre 3 y 9 años.
Educaplus
Educaplus, por su parte, se trata de un portal especializado en educación. Un lugar en el que también encontramos varias herramientas para fomentar el aprendizaje musical. Nos quedamos con Memoria musical –para comprobar si tienes buen oído y recrear lo escuchado- y con Notas musicales –para mejorar la lectura de partituras-.
A Jazzy Day
Creada por el estudio The Melody Book, a Jazyy Day es un libro interactivo que narra la vida de una familia de gatos amantes del género. Una historia que aprovecha para ofrecer diferentes recursos.
Para que te hagas una idea, aquí los niños podrán tocar y jugar sobre la marcha con los diferentes instrumentos típicos del jazz, disfrutar de piezas interpretadas por intérpretes famosos y demás. Eso sí, no se trata de una aplicación barata, pues ronda los 5 euros. Únicamente es compatible con iOS.
Toca Band
Toca Band es una app para los más atrevidos y emprendedores. Sí, porque gracias a ella tu niño podrá crear su propia banda de música y profundizar en el mundillo y todo lo que le rodea. Además, incluye 16 personajes distintos, cada uno de los cuales es capaz de emitir un sonido y ritmo muy específico. El número de combinaciones es limitado pero no está nada mal para empezar a familiarizarse con este arte.
PDI Música
Respecto a PDI Música, pone a nuestra disposición más de 3.000 juegos y actividades interactivas para aprender música. Se estructura en varias pestañas: juegos de música, melodía, ritmo, lectura, piano, piano y lectura, armonía, timbre, dictados, cantando y utilidades.
Unas secciones dedicadas a lo que su nombre prometen en las que encontramos ejercicios de entrenamiento auditivo, lectura de pentagramas, tests de ritmo, etcétera. La web también integra diferentes herramientas para que los profesores programen fácilmente sus clases.
El rincón de la música
El rincón de la música, asimismo, está dirigido a alumnos un poco más mayores, es decir a estudiantes que necesitan familiarizarse con la teoría musical y a los que se les permite completar las lecciones con explicaciones escritas. Se repasan campos tan básicos como el pentagrama, las notas, los silencios, distintas claves, el compás, las alteraciones, etcétera.
Una pega: la interfaz, a pesar de ser interactiva, no resulta demasiado clara. Por ejemplo, las distintas lecciones aparecen numeradas en la parte inferior en forma de pestaña, dando la impresión de que es imposible pasarlas. Sin embargo, si pulsamos sobre ellas, aparece el tema que abordan y nos deja alterar el orden.
Trucos para despertar el interés de los niños por la música
Al margen de lo comentado, existen una clase de consejos para lograr que los niños se interesen por la música. Algo relativamente sencillo si tenemos en cuenta que, habitualmente, nos sentimos atraídos por aquellas cosas capaces de emocionarnos, evocar recuerdos y determinados sentimientos, nos proporcionan buenas sensaciones, etcétera.
En el caso concreto de los más pequeños, resulta positivo, por ejemplo, que los padres canten canciones conocidas y las compartan en familia (de manera cotidiana, no es necesario establecer una sesión de canto ni nada por el estilo), añadirlas a los juegos como entretenimiento, e incluirlas en determinadas actividades cotidianas para crear complicidad. Más opciones son retarles a memorizar una melodía, un baile, y recompensarlos afectivamente cuando lo logren.
Además y según Juan Manuel Alonso, director de orquesta, no podemos perder de vista que el primer contacto de un niño tiene lugar a través de los sonidos, un contexto en el que la voz de la madre juega un papel básico, y de ahí la importancia del canto y el tarareo. “Las emociones fijan la música y la música fijará las emociones”, comenta.
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