Seguimos con las novedades que Microsoft nos va enseñando con cuentagotas, como si estuviéramos probando un aperitivo de lo que veremos desde primera fila en el evento BUILD de la compañía la semana que viene en California. Esta vez nos han mostrado en un pequeño vídeo la velocidad de arranque que tendrá Windows 8. Una imagen vale más que mil palabras, así que basta con que veáis el vídeo superior para ver que en Redmond han hecho los deberes con el tiempo de arranque.
Para conseguir esta velocidad en el arranque, Microsoft hace un uso inteligente de la función de hibernar. Al apagar el ordenador Windows 8 cerrará nuestra sesión de usuario, pero hibernará la sesión del núcleo del sistema (aunque seguimos hablando de un apagado completo del ordenador, en el vídeo lo demuestran arrancando un portátil que no llevaba la batería puesta). Una hibernación sólo del núcleo implica escribir muchos menos datos en disco, lo cual permite mucha más rapidez. Además, el proceso de arranque de Windows 8 aprovechará todos los núcleos de la CPU multiplicando su rendimiento.
De hecho el arranque es tan rápido que no hay ni siquiera una pantalla de arranque, saltamos directamente a la interfaz en “celdas” de Windows 8. Y lo mejor de todo es que este arranque estará presente tanto en ordenadores con discos duros tradicionales como en máquinas más modernas con discos o chips SSD integrados. Parece que se va a acabar eso de encender el ordenador y aprovechar para ir al baño mientras esperamos.
Por cierto, algo interesante acerca del arranque de Windows 8 es que podría hacer uso de una EFI despidiéndose así de la tradicional BIOS, otro paso adelante para dejar atrás tecnologías que ya tienen una edad.
Vía | WinBeta > MSDN Blogs
Vídeo | YouTube
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