Microsoft lanzó la primera versión de 64 bits de Windows (concretamente de Windows XP) durante el primer año de este siglo: 2001. Seis años más tarde, la compañía lanzaba su servicio de disco duro virtual, en aquel entonces llamado Windows Live Folders y hoy conocido como MS OneDrive.
Y, sin embargo, hasta hoy mismo no había lanzado su primera versión para 64 bits del software de OneDrive (*.EXE disponible aquí). En un anuncio oficial publicado hace unas horas por Microsoft en su web Tech Community, podemos leer lo siguiente:
"Sabemos que ésta ha sido una función muy esperada y solicitada, y estamos encantados de que esté disponible para acceso anticipado".
Que la aplicación esté compilada para ejecutarse en 32 o en 64 bits no es irrelevante: la nueva versión de OneDrive resultará útil, según la compañía, a aquellos que que necesitan transferir archivos grandes o muchos archivos al mismo tiempo, ya que los sistemas de 64 bits pueden acceder a más recursos que sus contrapartidas de 32 bits.
Esta tardanza a la hora de lanzar la versión de 64 bits de un programa tan popular y usado, máxime cuando hace años que la mayor parte de las instalaciones de Windows son de versiones de 64 bits del sistema operativo puede parecernos bastante extraña, sin lugar a dudas. Pero no es la primera vez que ha hecho algo similar.
La apuesta por la retrocompatibilidad no lo explica todo
Steven Sinofsky, responsable de desarrollo de Windows 8, explicó en una ocasión que resultaba "literalmente imposible deshacerse de algo en Microsoft [...] Lo más difícil para mí fue deshacerme de algo que nadie usaba (¡MediaCenter!)".
Sinofsky se quejaba de cuánto le costaba a Microsoft aplicar cambios y dejar atrás viejas tecnologías en comparación a otras compañías como Apple, y ponía precisamente el ejemplo de la inacabada transición a 64 bits en Windows:
"Llevó 20 años. Todavía no ha acabado. Por otra parte, Excel 2.2 todavía funciona en Windows de 32 bits, igual que WordPerfect de MS-DOS, lo que es un logro milagroso, y honestamente, muy valorado por grandes clientes".
"[Mientras que] Apple comenzó a requerir aplicaciones de 64 bits en 2017... y dos años más tarde, las aplicaciones de 32 bits ya no eran compatibles".
Ciertamente, la apuesta por mantener la retrocompatibilidad forma parte de la cultura corporativa que distingue a Microsoft. También el contar con una base de usuarios llena de nostálgicos entusiastas, que llegan al punto de montar campañas para evitar que Microsoft jubile software tan vetusto y aparentemente superado como MS Paint.
Y sin embargo, ninguno de estos factores explican por qué Microsoft ha estado 14 años sin molestarse en lanzar una versión 64 bits de OneDrive (pese a la mejora de rendimiento que supone), como tampoco explica que haya esperado casi dos años para solventar un bug que provocaba que el Explorador de archivos dejara de responder cuando intentábamos realizar una búsqueda de archivos local filtrando resultados.
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