En nuestro análisis de la última gran actualización de Windows 10, la October 2018 Update, comentamos que las novedades se habían quedado cortas, que Microsoft Edge mejoraba a un ritmo demasiado lento y que el rendimiento y la estabilidad, incluso en una Surface de gama alta, dejaban que desear. Un sistema que tres años después del lanzamiento de Windows 10 "parece no tener una sola versión verdaderamente estable". Fueron las sensaciones de mi compañera Gabriela, y lo que no sabía es que lo peor estaba por llegar.
Mencionaba al final "lo que no recomiendo es correr a actualizar a la última versión tan pronto como sale", y el consejo no podía ser más sabio. Con su primer despliegue, la actualización produjo pérdidas de archivos, y a partir de ahí todo fue a peor, lo que obligó a Microsoft a retirar la actualización. Más tarde hizo que la compañía de Redmond cambiara cómo funciona Windows Update, para finalmente volver a relanzar el despliegue a toda la base de usuarios.
Los problemas han seguido existiendo, y hoy conocemos de mano de Softpedia como la actualización 1809 sigue siendo problemática para equipos en los que existen drivers de Intel que causan problemas de índole gráfica. En concreto, son las versiones 24.20.100.6344 y 24.20.100.6345 las que han generado bugs.
Intel ya ha resuelto el problema: la pelota está en el tejado de los fabricantes
Microsoft ha comunicado que los problemas han sido mitigados por Intel. Ahora los usuarios deberían de dejar de sufrir complicaciones como que el audio falle al conectar el ordenador a una pantalla vía HDMI, USB-C o DisplayPort. Lo harán, sin embargo, cuando los fabricantes lancen la actualización en Windows Update, pues son ellos y no Intel los encargados de su distribución. Para este paso no hay fecha estimada de llegada a los equipos afectados.
Así, Windows 10 seguirá bloqueando la actualización mientras el sistema sepa que el driver puede causar problemas con la Windows 10 October 2018 Update. Fue uno de los cambios que introdujo Microsoft en su política de actualizaciones, y aunque retrase tanto la llegada de estas, para el usuario final es la mejor decisión posible.
Todo esto se produce cuando nos acercamos peligrosamente a la llegada de la April 2019 Update, conocida hasta ahora como Windows 10 19H1, que solo podemos esperar que llegue en buen estado en abril o un mes después. Esperamos varios aspectos nuevos interesantes, como un modo Sandbox, un nuevo tema luminoso, mejoras en el explorador de archivos, soporte para archivos RAW, un menú de inicio mejorado o nuevos cambios en Windows Update.
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