Son jóvenes, dominan los entresijos de sus ordenadores sin despeinarse, tienen amplia experiencia en el mundo de los juegos y quieren aprovechar el momento. Son los llamados "streamers", y partiendo de la base del fenómeno YouTuber están haciendo de la actividad de grabarse jugando su modo de vida.
Su portal de preferencia: Twitch. Con él pasan horas sentados ante sus ordenadores, compartiendo su habitación y la pantalla de su ordenador. Algunos siete horas al día, como si fuese una jornada laboral. Y hay quien algunos días llega a ganar centenares de dólares en sólo unos días. ¿Cómo lo hacen?
Follows, subscripciones y ventajas para los espectadores de un streamer
Es fácil encontrar un patrón común entre todos los streamers con más audiencia. Destacan en sus perfiles el horario de sus retransmisiones, junto con los enlaces para suscribirse o enviar donaciones. Y tú, como usuario, puedes seguir el canal como quien sigue a alguien en Twitter o suscribirte por una cuota mensual a cambio de ciertas ventajas.
Los ingresos de un streamer salen de la combinación de donaciones y suscripciones de pago a su canal de retransmisión
Así que un streamer empieza a jugar a algún juego, respondiendo constantemente con los que dejan comentarios en el chat en vivo. Dependiendo de lo que quiera hacer cada streamer, podrás ver el canal gratuitamente con o sin anuncios, y en el caso de que los haya puedes eliminarlos completamente suscribiéndote al canal y pagando mensualmente.
Las ventajas de la suscripción también varían según a quien te suscribas: lo común es eliminar los anuncios pero también podemos tener emoticonos extra en el chat, o que tus comentarios aparezcan destacados por el simple hecho de pagar. Los hay quien incluso ofrecen sesiones de coaching de algún juego.
El "juego" de las donaciones
Sin embargo, la mayor fuente de ingresos que puede tener un streamer (según llevo viendo desde hace varias semanas) es en las donaciones puntuales. Van aparte de las suscripciones, y pueden ir de un dólar a cualquier cantidad. Si donas sueles aparecer en algún cartel de la retransmisión, y el streamer te dedica algunas palabras o te responde si le has mandado alguna pregunta junto a la donación. De hecho, viendo su éxito, YouTube se ha puesto también a ofrecer esta característica a sus usuarios.
Miremos el ejemplo de Amaz, un conocido streamer que suele jugar a Hearthstone desde Hong Kong:
Hay mucho que distinguir aquí, así que vayamos por partes:
- Una barra inferior donde mostrar las donaciones que los usuarios van haciendo en directo. Predominan las de un dólar, hechas sobretodo para que el streamer diga algo en directo. Menos comunes son las de 10-50 dólares, y en ocasiones excepcionales se donan 100 dólares o más.
- Un espacio a la derecha para posibles patrocinadores, que monetizan el visionado. Se suelen ver anuncios de accesorios para gamers.
- Justo arriba de ese espacio, un "objetivo" de suscripciones. En este caso concreto se indica que si se alcanzan 200, se hará un concurso entre varios streamers.
- A la izquierda, bajo un panel de información de contacto y el visor donde vemos al propio streamer en directo, un panel donde se indican las donaciones más altas del día y del mes.
- Por último, aunque no se vea en pantalla, cada vez que alguien se suscribe aparece centrado en la pantalla y el streamer le dedica unas palabras de agradecimiento.
Muchos han demostrado que esto puede ser un empleo sin problemas. Otro ejemplo: en este vídeo, Noxious invierte 200 dólares recién recibidos en una donación para comprar barajas de cartas en Hearthstone:
Y por supuesto, también tenemos a esos mismos streamers concursando en campeonatos donde los premios por quedar como campeón son varios miles de dólares. En el vídeo de abajo tenemos al antes mencionado Amaz jugando la final de la Intel Extreme Masters. Tuve la oportunidad de ver este encuentro en directo y me sorprendí a mí mismo aplaudiendo ante algunas jugadas justo como lo hace el público del escenario:
YouTube tampoco falta en la combinación
Los dos ejemplos de vídeos que os he puesto arriba me sirven de ejemplo: todo streamer que tiene un canal en Twitch también tiene un canal en YouTube, donde suele colocar los mejores momentos de cada jornada para todos aquellos que por horarios no pueden seguirle en directo.
No es una mala idea: esos canales suelen acabar con centenares de miles de suscripciones y visualizaciones en sus vídeos. Monetizar esa cantidad de tráfico supone otra buena fuente de ingresos.
Recuerdo, en mi infancia, hablar con familiares y amigos acerca de cómo de mayores querían ser "probadores de videojuegos". Siempre soltaba una carcajada y les decía que ese trabajo no podía existir por sí solo, alegando que para eso tenías que tener experiencia en programación entre otras cosas. Ahora, con el fenómeno de Twitch, quizás tenga que retirar mis palabras.
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