No debería ser lo frecuente, salvo en contados casos, pero en ocasiones sucede: nuestro proveedor de internet bloquea el acceso a una página web. Existe, está en la red, pero desde nuestro ISP no se puede acceder. Esto puede suceder por mandato judicial, por lo que solo cabe acatar la decisión, o por otras razones. Lo habitual, al margen de censuras, es el bloqueo de sitios de descargas.
Llegados a este punto, en el que nos encontramos que un contenido web está bloqueado por nuestro operador en nuestra región, como pueda ser un país como España u otro cualquiera, ¿ya está todo perdido? La respuesta es no.
Existen opciones para acceder a ese sitio web y saltarse el bloqueo. Algo que nos sirve tanto para casos de censura porque se trate de un contenido incómodo para el poder —al menos cuarenta países aplican alguna forma de censura en internet según Naciones Unidas— como para los contenidos destinados a una audiencia específica o cualquier otra motivación posible. Siempre y cuando, como decimos, la web no haya sido eliminada de la red por completo.
Dos métodos para evitar un bloqueo
Usando una red privada virtual
Para los que no lo sepan, una red privada virtual o VPN por sus siglas en inglés, es una tecnología que permite establecer una extensión segura de la red de área local sobre una red pública o no controlada como internet encriptando y canalizando el tráfico que se produce entre un equipo y otro.
Gracias a un servicio VPN, existen algunos gratuitos aunque la mayoría son de pago, podremos acceder al contenido en cuestión no disponible en nuestro país o región gracias a esa conexión anónima. Nuestro ISP no sabrá que estamos accediendo a una web bloqueada y, por tanto, no podrá bloquearnos el acceso.
En cualquier caso, el procedimiento para usar una red privada virtual siempre será el mismo y similar entre plataformas que ofrezcan esta opción. Instalaremos la VPN, puede que se nos ofrezca como aplicación para nuestro sistema operativo o como extensión para nuestro navegador, y la activaremos. En el proceso de instalación, puesta en marcha y configuración, se nos indicara cómo proceder.
Con el servicio instalado en nuestro equipo, los intentos por acceder a un sitio bloqueado como pueda ser una web de descargas quedarán anonimizados de cara a la compañía proveedora de nuestro acceso a internet. Si la VPN funciona como debiera, tendremos acceso libre al contenido, como si no existiese el bloqueo.
Modificado nuestros servidores DNS
Una forma de bloqueo habitual es el filtrado o suplantación de DNS. Si un servidor de este tipo se encuentra configurado para bloquear el acceso a un sitio, tras cotejar nuestra petición de acceso a una web con sus listas negras nos dará una respuesta negativa. O habrá un error, o nos conducirán a una web que no es la solicitada o no se producirá una reacción y parecerá que la web está caída.
Siendo así el tipo de bloqueo, podremos proceder a saltarnos el bloqueo modificando los servidores DNS. Eso sí, algunos operadores no permiten usar según que DNS, pero en general es un método que puede funcionar si, como decíamos, el método se produce desde estos servidores.
¿Qué DNS podemos utilizar en sustitución de la que nos filtra y bloquea contenido? Pues las de las de Google, OpenDNS o Cloudflare, por ejemplo. ¿Y cómo se configuran? De la siguiente manera según el sistema operativo que uses:
Windows 10: Debemos acceder a la configuración del sistema, a la sección Redes e Internet, la sección Estado y la opción Cambiar opciones del adaptador. Una vez en la ventana que se nos abrirá, veremos las conexiones de red disponibles y tendremos que hacer clic derecho sobre la activa y seleccionar Propiedades. En la nueva ventana deberemos modificar el elemento Protocolo de Internet versión 4 (TCP/IPv4) seleccionándolo y pulsando sobre el botón Propiedades. En esta otra ventana indicaremos que queremos usar unas direcciones de servidos DNS particulares, introduciendo 1.1.1.1 y 1.0.0.1 en los campos para servidor DNS preferido y alternativos.
macOS: En el menú Apple, seleccionamos Preferencias del Sistema y, a continuación, Red. Ahí escogemos la interfaz usada para conectarnos a internet, Ethernet o wifi, hacemos clic en el botón Avanzado y clic en la pestaña DNS. En la sección Servidores DNS de la ventana que se habrá abierto hacemos clic en el botón + (Añadir) e introducimos las DNS de Cloudflare.
GNU/Linux: Como regla general, tendremos que pulsar sobre el icono de red o buscar las opciones relacionadas con la misma y escoger la opción Editar las conexiones. En la nueva ventana elegiremos nuestra red actual y pulsaremos sobre el botón Editar, para dirigirnos a la pestaña Ajustes de IPv4. En el campo Servidores DNS introduciremos 1.1.1.1 y 1.0.0.1.
Android: Dirígete a Ajustes, apartado de conexiones wifi y mantén pulsado sobre la red a la que estés conectado. En el desplegable que aparecerá selecciona Modificar red, en la ventana pulsa sobre Opciones avanzadas y ahora busca Ajustes de IP. Despliega el menú desde la flecha de la derecha, pulsa sobre IP estática y en las opciones de configuración que ahora se mostrarán desplázate hasta el final y rellena los campos de DNS 1 y 2.
iOS: Accede a Ajustes, al apartado de wifi y sobre la red conectada pulsa en el icono de información. Ahora accede a Configurar DNS > Manual > Añadir servicio. Introduce las IP de las DNS de Cloudflare y presiona en Guardar. Listo. Si directamente te ha aparecido un apartado con una IP para las DNS, edítalo con la dirección deseada.
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