En Ogíjares (Granada) están que trinan. La edición de 2023 de su Festival Nacional de Cante Flamenco, que debe celebrarse el día 2 de septiembre, casi ha sido saboteado de una manera bastante poco habitual…
…cambiando el nombre de varios puntos icónicos de la localidad en Google Maps, la herramienta que utilizarán para llegar al festival la mayor parte de los que acudan al mismo desde otras localidades… que se habrían encontrado, de pronto, sin manera de saber llegar a su destino.
Así, durante varios días y hasta hace unas pocas horas, donde antes se encontraba el parque de San Sebastián (lugar de celebración del festival), Google Maps nos mostraba un 'Parque San Sobao', y si buscábamos la Peña flamenca La Yerbabuena (organizadora del evento) no la habríamos encontrado, porque el resultado más similar era la 'peña flamenca La Marihuana'.
También se cambió el nombre de la iglesia local, sin relación directa con el festival, que durante unos días fue rebautizada como 'Nuestra Señora de Birolio' (el tal 'Birolio' fue un famoso borracho de Granada). Un festival del humor, vaya.
El jefe de la Policía Local explicaba, antes de que el asunto llegase a buen puerto, la situación al Ideal de Granada:
"Todo el mundo usa Google Maps y con este 'hackeo' la gente no va a encontrarnos. […] Probablemente, presentaremos denuncia ante la brigada de delitos informáticos de la Guardia Civil".
"Google Maps es un gigante a nivel global y el Ayuntamiento no tiene la culpa de nada. Yo mismo he enviado decenas de correos para rectificar la situación y el informático municipal está a tope también con este asunto".
Pero, entonces, ¿qué ha pasado? ¿Alguien del propio Google es el culpable de la vandalización de su callejero? ¿O algún hacker se ha molestado en infiltrarse en los servidores de un servicio tan relevante como Google Maps sólo para fastidiar a los habitantes de una localidad granadina?
Pues ni lo uno ni lo otro: sencillamente, aunque no mucha gente lo sabe, Google Maps permite que los usuarios editen la información de la popular plataforma de mapas haciendo uso de la función 'Sugerir un cambio'.
Y puede usarse tanto para cambiar el nombre de una peña de flamenco como el de la Basílica del Vaticano. Que el cambio entre o no en vigor depende de los sistemas de verificación de Google que, a la vista está, no siempre funcionan.
Así te puede estafar tu mapa
El sabotaje, sin embargo, puede ser más sutil. Puede consistir en cambiar horarios de apertura (para que los usuarios vayan justo cuando está cerrado el lugar en cuestión) o pueden cambiar los datos de contacto, como el teléfono. Y esto es una puerta abierta a su uso en estafas.
No lo decimos como un mero apunte teórico: ya ha pasado en alguna ocasión, como cuando unos ciberdelincuentes alteraron los números de teléfono de varias sucursales bancarias para estafar a los usuarios que llamaban con dudas sobre sus cuentas.
Así, pudieron hacerse fácilmente con los datos financieros de los mismos y acceder a su dinero. Esto ocurrió en 2018 en Maharashtra, India, pero teóricamente podría volver a suceder hoy mismo en cualquier lugar de España, por ejemplo.
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